Parte IV

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Nadie podía negar que aleteos suaves de mariposas acariciaban el estómago de ambos chicos desde el instante en que se conocieron. El primer rayo del día.

Desde que Bin conoció a Dongmin dejó de ir a jornadas de fiestas alocadas y su incontrolable deseo sexual por completo.

El castaño sabía perfectamente que Sanha tenía agendado el número de celular de Dongmin, así que Bin persuadió a su mejor amigo para que se lo pidiera por él.
Gracias a ello, le escribía al pelinegro cada día, sin excepción, durante todo el día aunque el mayor no podía responderle porque cargaba aún sobre sus hombros la presión que su padre le ejercía. Por supuesto, Bin desconocía totalmente aquello pero no dejaba de escribirle porque era inmensamente feliz cuando leía el nombre de Dongmin junto a un "mensaje nuevo" en la pantalla de su celular.

Cuando el menor le pidió una cita a Dongmin en una llamada telefónica, el pelinegro se quedó de piedra y torpemente lo rechazó aunque no quería hacerlo. Esa semana su papá se encontraba trabajando en casa y si le pedía permiso para ir a una cita, definitivamente, lo encarcelaría durante varios años en su cuarto.

El castaño se quedó totalmente desconcertado con esa respuesta. La última vez que se vieron, el día después de la fiesta de Sanha, el mayor le respondió afirmativamente a dicha pregunta.
Una pizca de temor inundó el cuerpo del menor al pensar que tal vez Dongmin no estaba interesado más en él. Y sus ganas inmensas de volver a verlo no le ayudaban a razonar con serenidad.

Mientras Bin compartía su tristeza con su mejor amigo, Dongmin mandó un "SOS ¡ayudaaa!" a los suyos quienes después de una hora llegaron a su casa a socorrerlo.

Lo primero que hizo Jinjin al ver al pelinegro comiendo helado en su comedor con desgano fue darle un lapo en la cabeza.
¡Casi le da un infarto porque pensó que algo malo le había pasado! Mientras que Sanha le regañó con un "Los asuntos del corazón son siempre importantes, hyung" al rubio.

  
Dongmin les contó a sus amigos, con mucha cautela de que su padre no escuchara su conversación, lo frustrado que estaba por tener que negarle a Bin una cita que anhelada tanto en sus sueños.
Jinjin consolaba con palmaditas en la espalda al pelinegro; mientras que Sanha robaba un poco de helado del plato de Dongmin, aprovechando el pánico, y una estupenda idea con capa roja llegaba a los pensamientos del maknae.


    

El sábado siguiente a la fiesta de Sanha estaba encerrado con un corazón en el calendario de mesa de Minhyuk. Era el día que tanto anhelaba desde que cierto chico con cara de bebé entró en su vida.

Por fin tendría una cita con Sanha.

Durante dos largos años soñó con una cena romántica perfecta con el menor y con un primer beso bajo la luz de la luna. Incluso ya tenía planificado el lugar donde podrían ir y las canciones que le bailaría a Sanha mientras le confesaba una y otra vez su amor.

Pero todas esas ilusiones se desvanecieron cuando al recoger a Sanha de su casa vio a cierta parejita a su lado con sonrisas de disculpas.
  

Los dos pares de enamorados concordaron en ver una película de comedia en la sala de Sanha después de que este le explicara a Minhyuk el regalo bondadoso que quería darles a Dongmin y a Bin: una cita doble con ellos.
Según el papá de Dongmin, su hijo esta jugando Monopoly con Sanha por lo que si Bin quería ver a Dongmin y tener una cita con él, tendría que ser en la casa de los Yoon.

Por supuesto que Minhyuk protestó al inicio y fulminó con la mirada a la pareja contraria; pero luego de que Sanha le dijera "Te lo recompensaré luego.", con una voz baja y suave, no podía negarse.

"Tomorrow, Today" [Binwoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora