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—Jiyon... —toqué su mano, realmente estaba temblado demasiado—. Jiyon... —volví a repetir un poco más asustado.

Ella siguió riendo hasta que se acostó en el suelo. Sus pies temblaban, sus manos temblaban, todo su cuerpo temblaba.

Minzy estaba tratando de hacer reaccionar a Jiyon mientras que Jungkook estaba como loco.

—¡¿Qué mierda hacemos?! —parecía que estaba a punto de echarse a llorar.

—¡¿Te crees que lo sé?! —grité alterado—. ¡Nunca jugué esta basura en mi puta vida!

—¡Ciérralo! —gritó Minzy.

—¡¿A qué cosa?! —gritó Jungkook.

—¡La sesión, imbécil! ¡Cierra la sesión! —volvió a gritar ella.

Jungkook se acercó torpemente y tomó el puntero entre sus manos—. ¡Quiero irme!, ¡quiero irme! —gritó Jungkook, pero el puntero no se movió.

—¡Dame eso! —lo empujé y le quité el puntero—. Adiós...

El puntero se movió rápidamente por el tablero y marcó "no". Volví a decirlo y obtuve la misma respuesta.

—¡No sé qué mierda más hacer, el fantasmita no se quiere ir! —grité alterado mandando el puntero a la mierda.

—¡Trae agua! —dijo Minzy.

Jungkook se levantó torpemente y corrió hasta la cocina. Mantuve mi mirada fija en Jiyon. Se notaba que no era ella. Tenía algo diferente, además de estar poseída, sus ojos eran completamente negros, su sonrisa era la más grande que he visto, y estaba temblando.

De reojo veo que se apaga un vela, después de unos segundos otra, y así sucesivamente con cuatro velas más. Jungkook no llegaba y eso me preocupaba. Me levanté y fui hacia la cocina para luego llevarme el susto de mi vida.

—Jungkook, me mojaste —le dije viendo mi camisa.

—P-perdón —dijo y fue corriendo hacia la sala nuevamente.

Yo fui tras él. Jungkook lanzó todo el agua que se encontraba en la jarra hacia la cara de Jiyon, en ese momento todas las velas se apagaron y Jiyon reaccionó.

Mi corazón se empezó a calmar. Ella comenzó a toser y Minzy le daba palmaditas en su espalda. Jungkook seguía con su cara de shookeado mientras que yo encendía la luz de la sala.

—Eso fue intenso... —dijo Minzy.

—¿Qué pasó? —preguntó Jiyon al terminar de toser.

—No sé porqué acepté esta mierda —dije. Todos me voltearon a ver—. Me voy a casa, mi caniche no se cuida solo.

Luego de tomar mis cosas salí por la puerta y me dirigí hacia mi casa. El ambiente estaba tenso, obviamente se sentiría así después de haber vivido lo que pasó. El cielo se tornaba cada vez más oscuro haciendo que los postes de luz se encendieran.

Estaba a una cuadra de mi casa cuando un viento frío chocó con mi nuca. Llevé mi mano a mi nuca para rascarla y seguí caminando. A medida que caminaba el aire se volvía pesado, no se me hacía raro puesto que yo vivía en los barrios peligrosos, pero este aire era... Incómodo.

Llegué a la puerta de mi casa, al poner las llaves dentro del cerrojo se me hizo muy raro que Holly no ladrará como siempre lo hacía, así que al momento de entrar me lo encontré parado enfrente de la puerta mirándome. De repente empezó a ladrar por lo que sonreí.

—Oh, ven aquí mi hermoso... Ahggg —dije muriendo de ternura.

Él solo ladraba más y más, estaba igual de feliz que yo.

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—Holly, por favor para de ladrar, haz estado así desde las tres —dije echando un poco de comida a su platito.

Holly empezó a ladrar como loco desde las tres am, y son las cuatro y media. Hay algo en esa puerta ya que Holly le ladra. Fui por las llaves y metí la indicada en el cerrojo, descubriría lo que tanto hay en esa puerta. Al abrirla, el aire helado chocó contra mi rostro haciendo que cierre los ojos. Como Holly había dejado de ladrar cerré la puerta.

—A dormir —dije apagando las luces.

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De nuevo lunes.

—Ella faltó hoy —dijo Jungkook contestando a mi pregunta.

—¿Por qué? —pregunté.

—A ver, Yoongi, se le metió el demonio, ¿te imaginas lo que habrá sentido? —dijo él.

—Pero si ni se acordaba —dije frunciendo el ceño.

—Es cierto pero... Imagino que ha de sentirse feo —dijo para luego alzar las comisuras de sus labios y cerrar su casillero.

Asentí con la cabeza y me dirigí hacia el lado contrario en dirección a mi próxima clase.

Así fueron pasando las horas y los días. Al siguiente día Jiyon tampoco vino a la escuela, y el siguiente tampoco, y el siguiente.

Minzy se veía preocupada, según ella Jiyon no le había contestado sus llamadas en toda la semana. Yo también me estaba empezando a preocupar.

Minzy me había pedido ir a verla para preguntarle si estaba bien, por lo que hoy tardaría un poco más en llegar a casa. Solamente acepté ya que la casa de Jiyon queda cerca del camino que yo tomo para ir a casa.

Al llegar allí toqué su timbre. Como no respondió las tres veces que toqué el timbre, decidí golpear la puerta. Al tercer golpe la puerta se abrió dejando ver a Jiyon.

—¿Te sientes bien? —pregunté.

—Completamente —respondió ella.

—¿Y por qué faltaste a clases?

—Es que... Mi madre tomó un resfriado y entonces la estoy cuidando.

—Ah... Supongo que está bien —dije—. Nos vemos el lunes. Cuidate, y no faltes —le dije y me fui de allí.

Solo espero que no se le haya metido el diablo o algo porque sino estamos cagados.

Caminé de regreso a mi casa. Metí las llaves y abrí, como siempre Holly se encontraba callado. No sé qué le picó, pero anduvo haciendo lo mismo toda la semana. Siempre a las 3:58 se pone a ladrar, siempre me toca abrir la puerta para que se deje de joder y así poder dormir tranquilo.

Pero hoy sería distinto, hoy iría a Daegu a visitar a mis padres. Así que le pedí a Jungkook que cuidase de Holly.

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Había empacado todo y estaba por irme. Le estaba explicando a Jungkook dónde estaba la comida, qué debía hacer si Holly se echaba a ladrar a la madrugada, y todas esas cosas. Me despedí de mi perrito y de Jungkook para luego irme.

El viaje en metro fue algo largo pero valió la pena. Tuve una cena deliciosa con mis padres y mi antigua cama seguía igual de cómoda que antes.

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Ring, ring

Me levanté y miré la hora adormilado. 4:13  am

—¿Quién llama a esta hora?

Era Jungkook. De aseguro que Holly comenzó a ladrar. Atendí.

Pero al atender se me paró el corazón. De fondo escuchaba una respiración, más bien eran los ronquidos de Jungkook y al fondo podía escuchar a Holly ladrar.

—¿Hola...? —dije.

Cortaron la llamada.

[...]

Little Game » 민윤기Donde viven las historias. Descúbrelo ahora