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En la ciudad inundaba una noche fría, visualizada desde el parabrisas del chico solitario y a la misma vez acompañado. Se sentía recluso de sí mismo con un par de latas de cerveza. Estaba seguro que quería quedarse inconsciente con las bebidas, para pasar la noche fuera de su casa y dormir en su auto.

Quería estar solo en algún punto.

La bebida le volaba los sesos cuando algo pasaba con él. Le encantaba el efecto tan real que transmitía esta. Según él estaba condenado a muerte con esta. Maldita bebida, lo volvía loco y no sabía si eso tenía cura, pero quería seguir haciéndolo una tras otra vez. El tiempo era demasiado corto para un joven solitario. Quería verdaderamente exprimirse todo eso tan profundo con la bebida. Veía un futuro rutinario con la bebida y no estaba cansado de las tontas jugadas que cometía cuando el alcohol se apoderaba de su cuerpo... su consciencia le gritaba "¡Hey, estúpido tus problemas no se pagan y no se ahogan en esta mierda!".

Maldito Andrew necio y terco en cualquier situación seria. Jodido desastre.

Los once años... aquella época fue cuando todo dolió más y tuvo el gran instinto de proteger a su hermana y tía a toda costa. No podían sufrir ellas por nada el mundo. Empezó a tratar de ser una figura paterna para su hermana, no quería que le faltara... porque a él le faltaba su padre. Sentía tanto y escondía mucho.

Nunca iba a olvidar la vez que le enseño a su hermana a montar la bicicleta, sabía que era esencial el hecho de que alguien de su edad debía manejarla a la perfección. Desde que vio como había podido maniobrar perfectamente la bicicleta, juro llorar en ese mismo instante e igual juro enseñarle de todo a su hermana para sentir el orgullo y vivir más momentos con sensaciones únicas.

Ya no era inocente y sabía más sobre la vida de lo que le gustaría, porque simplemente era difícil estar en sus zapatos. Las entrañas le dolían al recordar el pasado tan pesado sobre sus hombros... Realmente, quería disipar todo de el sin sentir remordimiento de todo el rencor acumulado a su alrededor. Sabía que dos personas lo amaban, pero le costaba procesar que las otras dos ni siquiera les molestaban saber nada de su existencia. Sus huesos ya no eran fuertes como el demostraba ser; necesitaba ser débil por un día...

Mientras en la radio se reproducía "Linger" con ese significado lirico sobre el amor y la no tenía nada de eso. Lo destrozaba más. Se concentraba en cómo le provocaba espasmos de ardor toda la jodida situación de esconderse, sin decir nada de lo que caracterizaba ser Andrew.

¿Cómo se sentía ser un día Andrew?

"Seria sentir un dolor en el culo todo el tiempo con aspiraciones verdaderamente locas y estúpidas. Apuesto a que no podrías luchar ni con las sombras que me rodean. Estoy jodido de pies a cabeza de la forma en la que todo se pusiera de cabeza sin tener remedio."

Salió del auto para sentir el gélido clima de aquella noche con su lata de cerveza en su mano derecha. Él quería un cigarrillo. Su atención en las estrellas, le hizo darse cuenta los problemas tan apegados a él en todos los aspectos. Y entonces, derramo lagrimas por diez minutos. Cada lagrima era la representación especifica de cómo se sentía ser Andrew. Ser Andrew es símbolo de dolor y desesperanza.

Cada parpadeo de cada estrella iba al unisón de los latidos de su corazón y le producía gran satisfacción. Las estrellas eran los más fuertes testigos de sus noches de soledad profunda... Deseaba poder compartir una noche de esas con alguien.

Anhelaba un cigarrillo para poner una temperatura cálida a su cuerpo. Internamente conto las latas de cerveza que había consumido. Exactamente tres contó. Se paró sobre un pie para ver si su cuerpo permitía conectar sus sentidos al volante, y efectivamente fue positiva la respuesta.

UmbrellaWhere stories live. Discover now