Entre la Tristeza y la Felicidad Eterna

Capítulo Dos

La Ilógica de la Gran Metrópolis

¡Estoy emocionada!

Yo leía un libro de romance, donde dos individuos enamorados se llevaban por la pasión y el deseo puro. Alegando que algún día, una persona se fijaría en una gorda friki que apenas está aprendiendo sobre leyes de "socializar".

Créeme, la gente a de mi alrededor no comprendía como soy yo; la misma sociedad, mi propia familia y ni siquiera yo misma entendía del por qué era así. A años luz de enredos impresionantes del por qué me sentía extranjera en mi propio país, esos comentarios que no tienen ni sentido, la gente contestaba como si lo entendiera. ¿Cómo así que la tarea se comen como un pan? ¡Eso no tiene lógica ninguna!

Muchas veces con el miedo de que me ridiculicen, tengo que no abrir la boca para consultar la ironía o metáfora, o lo que supone que sea eso.

Me da la sensación que tengo un problema a nivel neurotípico, como si fuese retrasada mental. Pero, si fuese así, ¿por qué soy capaz de comprender a la perfección una computadora?

Me encanta la informática, no solamente para descargar un juego pirata conjunto al emulador como cualquiera lo hace, me gusta programar... Y te va a encantar que he tratado de crear un fan-game de mi trilogía de libros favoritos, de manera de novela gráfica. Estos son principalmente sencillos de hacer, imagínate la capacidad si podría hacer plataformas en 3D o un RPG. La verdad puedo, solo que obviamente el tiempo, solamente estoy sola en estas cosas, para eso habría que inventar una buena historia, y eso tomaría más el tiempo que estudiar.

Desgraciadamente, la gente en la vida real no es la misma que hay en el Internet, debido al anonimato se puede hacer muchas cosas hasta conseguir apoyo, sin embargo, a tener contacto con una persona cualquiera de la calle, no te comprende para nada.

Mi vida fue prácticamente así, a pensar que he vivido toda mi infancia en la gran metrópolis, la gente me repudiaba, hasta me querían lejos de sus hijos. Era la mala, porque no quise compartir mi tesoro con el mal portado del grupo. Madres ciegas, padres irresponsables, niños malcriados son los que abundan aquí. Mi familia tuvo que defenderse de las injusticias del mundo, de la ignorancia pura ante el sentido común, de la envidia de muchos a saber que la niña rara y sin amigos era la más destacada en la aritmética y el álgebra.

Mi pubertad, fue exactamente lo mismo. Sin amigos de aquella edad, solamente compartiendo momento con el profesor de turno. Debatiendo y aprovechando las cosas buenas que pueden ofrecer ellos, me aconseja bastante sobre la juventud de hoy.

A partir de ahora, tengo que repetir el mismo proceso, voy a otro colegio, para comenzar el bachillerato, y esta vez, lejos de mi casa... La Academia Fanima, un nuevo comienzo que llevará a lo mismo, sin nadie que me comprenda y mucho más crueles e intolerante con lo desconocido. Solo sé que tengo que ser bastante fuerte con esto.

— ¿Adéline? ¿Estás allí?

Se oye una voz, desde fuera del territorio establecido... Una voz dulce y cariñosa, pronunciado con una calmada. Tocando dos golpes lentos y suaves a la puerta de madera como siempre lo hace.

Ya era hora de levantarse, abro los ojos mieles brillantes, observo directamente al calendario que está a frente mío, frente de mi cama.

—Hoy, 4 de septiembre... Escuela

Ya se acabó el descanso, llega el momento del dolor de cabeza. Ya debería que estar bañando tranquilamente en la tina de baño.

Salgo de la habitación, de mi cueva donde habito durante todo el verano. Para ir directamente al baño, sin embargo, durante el camino, escucho una voz preocupada de una dama trabajadora preparándose para hacer su día normal.

—¿Ahorita vas a bañar? ¿Puedes hablar conmigo cuando salgas?—pregunta mirándome fijamente, me siento incomoda

No la respondo, ni siquiera le miro de frente. Vuelvo a tomar el camino hacia el baño.

¿Qué es lo que mi mamá me va hablar? ¿No será el patético discurso que hace cada año?

No dejaba hacer esas preguntas, mientras abría la llave de la tina del baño. ¿Por qué mi madre no deja la esperanza? ¿Tan difícil aceptar que será lo mismo? Imagino cómo varios a la edad de 16 años, deja la estupidez, podría tener un amigo. Desgraciadamente, hago algo mal para arruinar las cosas. Para la sociedad no sigo los estándares normales para mantener una amistad... Hablar de sexo y toda esa mierda inmunda, sigo sin entender lo malo de ser virgen y cumplir esa meta de castidad; siendo que gran parte de la población con creyentes.

Y eso no es nada, son capaces de glorificarse en cosas que son de adultos, siendo que apenas saben respirar oxígeno.

Mejor centrarse unos 15 minutos en la tina, repasando lo que iba leído en Wattpad anoche o imaginando el sueño que tenía durante la madrugada, y a la vez, planear algunas del juego.

El tiempo pasa como de si un relámpago pasase... Era imposible resumir las cosas dulces en mi cabeza, algo que dudo que me pase en carne propia con todo lo que soy, en palabras simples de un chico que conocí en secundaria, que parecía bastante fría, que no soy capaz de tener empatía por la gente.

La verdad yo ni sé...

Solo me quedo viendo como el agua con espuma se va a destapar la tina, esas palabras me hacen reflexionar bastante ¿de verdad soy así?

— ¡Ma! ¿Qué me ibas a decir?—le dijo directamente a la dama alta que llevaba un traje de todo oscuro, típico de quien trabaje en Recursos Humanos, mientras salía del baño puesta una toalla tapando todo mi cuerpo...

—Es de tu prima Sofía... Me dijo que posiblemente tendrías Autismo—

— ¿Autismo?—yo quedándome insegura mirando al suelo— ¿Qué es eso?—

Lo único que recuerdo con esa palabra, es de acerca de gente estúpida de Internet que obviamente hacía cosas sin gracia, como la explotación de una carita que ni significado tiene y que hacen malos memes... No, yo no entro a esa categoría.

— ¿Qué voy a tener autismo, mama?—le pregunto en forma seria

—La verdad no sé, pero investigando... algunas cosas encajan y otras no, es que tú si tienes un interés en relacionarte con los demás, no sé—me responde curioseando con el móvil, y continua—Mejor vamos a intentarlo otra vez, pero con el psicólogo de cabecera de tu prima, a ver que dice—

—Te dirá que tengo Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad, como los demás... Yo ni les creo a esos viejos—me retire directamente a la cueva

¿Por qué Autismo? Seré alguien asocial y friki, pero hasta el punto de ser un completo inmaduro... No gracias.