Mi vida siempre había estado tan perfecta como podía tratar de hacerla: tareas, deporte, bailes, reuniones... Todo marchaba bien.
Pero no imaginé que tras la aparición de uno de los príncipes más codiciados del mundo mi vida se iba a desboronar par...
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—¿Aquí trabaja? —pregunta ella, curiosa.
—Sí —respondo tranquilo.
Bajo de la camioneta y le abro la puerta para que ella salga. Es extraño hacer esto, puesto que no estoy acostumbrado a hacer este tipo de cosas, pero ella terminó por obligarme, y ahora se me está haciendo costumbre.
Me dirijo hacia la pequeña caseta que hay a escasos metros de el lugar. Ella me sigue con cautela, curiosa y algo asombrada por el sitio. No comprendo la forma por la cuál actúa así; parece una niña que ha salido por primera vez de su casa, y que está descubriendo el mundo.
Aquello me cautiva, y despierta una enorme curiosidad sobre qué otras cosas no conocerá.
—William, ¿cómo estás?
—¡Hey! Hijo. Estoy bien, ¿y tú?—Sonríe y presiona el botón a su derecha para que pueda pasar.
—Podría estar peor. Te presento a Celina, ella se está quedando en mi casa, y ahora vendrá a ayudarme a trabajar.
—¿Es tu nueva novia? En realidad está mejor que...
—Hola, señor —interrumpe ella—. Es un placer conocerle. Soy amiga de el niño Forest, y ahora huésped del mismo. —Para mi sorpresa, él abre la puerta para saludarla y, ella con su singular forma de ser, hace una pequeña reverencia mientras toma la mano del señor William y posa su cabeza en la misma.
La acción nos impresiona a ambos.
—Querida, gracias por el formal saludo. Nos vemos luego.
Ella sonríe y posa sus castaños ojos en los míos.
—¿Vamos?
Continúo caminando hacia mi bote, sintiendo los pasos que da la mujer detrás de mí.
Finalmente llego, y saco las llaves para poder entrar. Luego, doy media vuelta para indicarle a Celina lo que debe hacer, y luego la veo aún en el muelle, observando el bote.
—¿Qué pasa?
—Yo... —Traga saliva—. No he subido a un bote...
—¿Qué? Pero para llegar a esta isla debes tomar un bote —recuerdo.
—Lo sé, pero no es lo mismo. Este bote es más grande y está en el mar. Y una vez escuché decir a alguien que entre más grande, más fácil cae.
