Solo es cuestión de horas para marcharme.Pienso en todo lo que estoy perdiendo. Nuevamente abandono una vida.
Dejaré atrás a las chicas, al deporte, a la familia Gaos, a Alaska...
Se siente extraño. Últimamente estoy sintiendo más de lo normal. He probado comida estos días y, efectivamente, tienen sabor.
Tampoco me quejo, porque comer cosas que no sean sangre es agradable. Sin embargo, necesito saber por qué me está pasando esto.
Cierro la tercera maleta y la coloco en el suelo. Mi habitación no se ve vacía sino oscura, deprimente y sin vida.
—¿Crees que es lo correcto?
Mariana aparece y se sienta en el borde de la cama, mirando el lugar con cierto pesar.
—Debo ir a enfrentar mi pasado —digo.
—Bueno, eso no importa. De todos modos pronto estarás nuevamente aquí.
Sonrío con tristeza, bajando la mirada.
—Sí. Creo que tienes razón.
—¿Por cuánto tiempo te irás?
—No lo sé. —Me encojo de hombros—. Supongo que será hasta que resuelva las cosas.
O sea, nunca.
—Comprendo. ¿Y tu hermana?
—Por ahí.
—Ustedes no parecen... muy unidas.
—Tenemos una extraña forma de querernos —admito.
—Creo que no le agradamos.
—A Kimberly no le agrada nadie. —Se echa a reír.
—¿Sabes? creí que aquí podría tener una nueva vida.
—¿No la tienes?
—Eso creo. Como ves, debo dejarla.
—Celina, te voy a ser sincera. —Juega con sus dedos nerviosa—. En realidad, siento que estás haciendo mucho drama por irte unas semanas. —Me mira de reojo—. No vas a volver, ¿cierto?
Me quedo en silencio sin saber muy bien qué decir. Soy una pésima actriz.
Sonrío.
—¿Tanto se me nota?
Ella asiente y veo una lágrima comenzar a recorrer su mejilla.
—No sirves para fingir. —Solloza y se pone de pie, extendiendo sus brazos para abrazarme. Le devuelvo el abrazo, cerrando mis ojos con fuerza.
No puedo hacer nada.
—¡Celina! —escucho a Ariana llamarme desde la planta baja.
Llego a la cocina y la veo en la puerta.
—¿Me llamas?
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LABIOS CARMESÍ © | TERMINADA
VampireMi vida siempre había estado tan perfecta como podía tratar de hacerla: tareas, deporte, bailes, reuniones... Todo marchaba bien. Pero no imaginé que tras la aparición de uno de los príncipes más codiciados del mundo mi vida se iba a desboronar par...