Conexión

Capítulo 3

Conexión cap 3

Ian retorcía sus dedos y sentado en la orilla de la cama observaba como su amigo caminaba de un lado a otro con una expresión de horror en el rostro. Sabía que le iba a preguntar qué había pasado, qué había sido eso allá afuera, y no sabía que decirle, él mismo no sabía que estaba pasando, y mucho menos qué o quién era ese ser que sólo irradiaba maldad y sed de sangre. Sólo recordaba estar soñando y derrepente oír el fuerte aullido de Elcana, se levantó y Brad no estaba en su cama lo que lo asustó, salió corriendo en medio de la oscuridad buscando a su amigo, jamás pensó en encontrarse con la escena y cuando esa sombra se acercaba no dudó ni un segundo en interponerse. De dónde había salido tanta valentía, no tenía ni la menor idea.

—¿qué... qué fue eso? —la voz angustiada, casi llorosa de Brad inundó la habitación. La lluvia había cesado en el momento que ese ser desapareció y la niebla que rodeaba la casa se retiró, ahora el silencio de la noche reinaba en todo esplendor—, ¡maldita sea Ian! ¡¿Qué diablos era esa cosa?!

—no lo sé —respondió nervioso.

—¿no lo sabes? Ian —suspiró—, mi perro fue asesinado con un hacha, y lo hizo esa cosa, no me digas que no sabes lo que es.

—de verdad no lo sé.

—me vas a decir en este mismo instante qué está mal contigo, qué son esos sueños que tienes y lo más importante, qué es lo que te sucede con la casa embrujada.

—Brad yo no...

—¡acaban de matar a Elcana! ¡Merezco una explicación!

Los ojos de Ian se llenaron de lágrimas por Elcana, él amaba a ese perro, había estado con ellos desde los diez años, juntos lo habían alimentado, bañado y llevado al veterinario cuando aún era un cachorro, si él se sentía triste no podía imaginar lo que estaba sintiendo su amigo, Brad había recibido a Elcana para su cumpleaños número diez, era su mascota. Tomando un suspiro se armó de valor para comenzar a hablar, tenía miedo y está vez no era por las cosas extrañas que pasaban a su alrededor sino  por la reacción que Brad pudiese tener, ¿y, si pensaba que estaba loco y ya no quería ser su amigo? ¿Si le contaba a todo el mundo y las personas comenzaban a verlo como el loco del pueblo? ¿Qué diría Anne?. Había sido una suerte que Anne no hubiese estado con ellos esa noche, sus padres no le habían dado permiso de quedarse a dormir, ahora que estaban grandes había cosas que no le permitían hacer con ellos, alegando que ya no eran niños y no querían arriesgarse a que las hormonas de la pubertad hicieran de las suyas.

—yo, de verdad no sé lo que era esa cosa, pero...

—¿pero...?

—me suceden cosas extrañas, Brad. Cuando estoy cerca de la casa de los McLean siento miedo, no... terror, es como si todo mi cuerpo se paralizara, mis músculos no reaccionan —Brad suavizó la expresión de su rostro, lo que describía su amigo era exactamente lo que él había sentido esta noche—, y... vas a pensar que estoy loco, yo... veo visiones.

—¿visiones? ¿Del futuro? ¿Como en las películas?

—no, creo que es del pasado. Por la ropa que usan, además que la casa se ve bien cuidada y los jardines están florecidos, creo que veo el pasado... lo mismo que cuando sueño.

Ian habló si parar, le contó a su mejor amigo cada experiencia extraña que había vivido, desde el extraño suceso en su cumpleaños número cinco hasta lo que había soñado esa misma noche, todo, Brad escuchaba atentamente solo haciendo una que otra pregunta de vez en cuando para entender mejor lo que pasaba con su mejor amigo, todo era inexplicable, porqué le pasaba eso, porqué llovía el día de su cumpleaños, porqué ese ser oscuro lo buscaba, eran muchas las cosas que Ian no entendía.