《 Cambiar no te hace débil, solamente demuestra que quieres mejorar 》
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►Fecha de publicación: ???
❤Las imagen(es), personajes y vídeos que se presentarán en la historia, no me pertenece, los créditos a sus re...
Alistaba las cosas para nuestra misión llamada – por parte de Marinette- "rescate Adrien de la abeja reina", lo cual no me queje del nombre. Guardaba mi cámara y ropa extra, cerré la mochila mientras revisaba si mi abuela se encontraba en casa, sorprendentemente se encontraba en su mecedora tomando café y comiendo algo de pan, me dio algo de tristeza verla así tan delicada como si se fuera a romper, últimamente me he deprimido pensando cuando fuera el día que ella me dejara.
Instantáneamente negué con la cabeza y me pegue en los cachetes, tengo que evitar de pensar esas cosas, camine delicadamente evitando que no se escuchara ningún sonido para no llamar su atención, no quería que supiera que me había ido de casa un poco tarde.
Cerré la puerta lentamente y rápidamente corrí por la calles de Paris, hasta llegar al parque indicado por Marinette, me senté a esperarla tranquilamente. Observe mi alrededor, el paisaje era espectacular lo cual se me dio la idea de grabar ese momento, saque mi cámara y la encendí, tomando fotos y grabándolo, giraba con la cámara de un lado al otro.
—Hola pequeña gatita— interrumpió el momento Chat Noir ocupando todo la vista de la cámara— si hubiera sabido que habían cámaras, habría estado más arreglado.
Solté una risa amarga.
—Sigue creyendo — le hablo en un tono grosero, lo cual me sorprendió no soy una persona brusca.
No hubo más conversación hasta que Chat se acercó más a mí, sostuvo mi barbilla mirándome intensamente con sus ojos verdes, sus manos acunaban mi rostro en eso sus dedos se acariciaban mis mejillas con suavidad como si temiera hacer algo, yo no me aparte en ningún momento, sentía mis mejillas arden, no pude despejar mis vista de esos ojos verdes sentía su mirada observando mi rostro detenidamente desde mi cabello a mis labios, en un momento se relamió lo labios y se inclinó más a mi rostro, mi mente se aclaró lo aparte con la respiración agitada mirándolo a los ojos.
—No sé qué tratabas de hacer— hice una pausa buscando una manera de que mi habla no se entrecortara—, pero no lo vuelvas hacer.
Chat hizo una sonrisa pícara y se empezó a caminar alrededor mío.
—Tranquila gatita, no lo volveré hacer— puso su mano en su pecho mostrando que lo aseguraba.
Alce la ceja mirándolo desconfiada de su comentario, pero fingí creerle esta vez. Seguí en lo mío de tomar fotos, decidí buscar un buen lugar para captarlo, pero Chat no estaba a mi favor y agarro mi cámara en un instante jugueteando con él.
—Regrésame mi cámara—le espete tratando de cogerla, me era difícil por que empezaba a ir de un lugar a otro impidiéndome agárrala, mantenía esa sonrisa traviesa, como si estuviera disfrutando mi enojo.
—Te la devolveré si me ayudas en algo —decía mientras se sentaba en un banco con mi cámara en sus manos—, resulta que yo quiero conquistar a una chica pero no sé de qué forma hacerlo...
— Y piensas que yo sería la persona adecuada para ayudarte— le continúe su oración, ya sabiendo que eso seguía, en cierta forma no sería malo ayudarlo, pero escogió a la persona menos indicada del tema.
—Exacto— Jugaba con sus pies de manera tímida— ¿Qué dices? —pregunto mirando esperanzado de que aceptara.
Dude unos minutos pensando, simplemente no sabía dónde me llevaría este caos si aceptara, pero valdría la pena intentarlo además obtengo algo de experiencia en esto. Aunque ni siquiera sea persona adecuada, no he podido decirle a Adrien lo que siento, ni lo pensare hacer. Quiero guardarme mis sentimientos por Mari, no quiero que salga lastimada por mi culpa, ella es la única amiga con la que he podido llevarme bien y no me ha defraudado, en cierta forma; Mari y Adrien están destinados a estar juntos, no puedo hacer nada para evitarlo.
Siento una punzada en mi pecho, que no para. Mis ojos se acumulan de lágrimas que evitado salir, no quiero que me vean de esta forma, no quiero sentir a nadie mal por mi culpa.
—Hey— me llamo Chat, observándome preocupado por mi silencio— ¿estás bien?
Retome mi sonrisa tratando de tranquilizarlo.
—Estoy bien—mentí, claramente me creyó—Claro que acepto ayudarte.
Sus ojos brillaron de la emoción haciéndome sentir mariposas revoloteando, un sonrojo se apodero de mi rostro, mis nervios salieron. Cada vez que veo aquellos orbes verdes me hace sentir cosas que no puedo explicar, ademas...
Me recuerda a Adrien.
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