Capítulo 4: Cambios

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Amanecía después de una noche tormentosa en la gran ciudad. Aunque seguía nublado y algo fresco, tiene pinta de que podrá mejorar el clima para medio día, o eso según dicen los noticieros. La televisión en el pequeño apartamento se escuchaba de fondo, observamos como el departamento amanecía con leves haces de luz que llegaban a penetrar del cielo nublado. Hacía que el departamento luciera como una pintura bien hecha, pintada por algún pintor amateur.

Isaac estaba despierto, ya estaba listo y solamente iba a desayunar. Por las prisas solo alcanzo a comerse un plátano. A unos metros de llegar a la puerta que da salida, Isaac se detuvo en ese mismo instante.

No había visto a María despertarse, incluso si hizo mucho ruido al arreglarse, María no daba señales de estar despierta. Isaac agarro un cuaderno y una pluma de su mochila y empezó a escribir un recado. Isaac lo puso en el refrigerador y se marchó del departamento, listo para otro día en la escuela, en la gran ciudad.

La nota ponía:

"María, tengo que dejarte, pues... Tengo que ir a la escuela. Llegaré hasta tarde, hay comida, hay televisión, lamento no tener algún computador completamente decente, solo cuento con una laptop de gobierno. Pero tiene lo suficiente para mantenerte entretenida. No me esperes, llegaré tarde.

Cuídate.

Isaac.

Pdta.: No salgas ni abras la puerta, no hables con desconocidos."

Isaac se encontraba ya en el metro, listo para un último día de clases.

Isaac llego al salón y las clases comenzaron con una normalidad.

Pasaron las horas e Isaac trataba de tener su mente en el ahora. Pero lo único en lo que podía pensar era en María, en cómo casi la atropella la primera vez que la vio. Pensando en cómo pudo haberle dado cobijo a la pequeña, en muchas cosas que se le venían a la mente.

Fue cuando volvió a recordar lo de anoche, y en sus palabras en ese momento.

- ¿Entonces no quieres que duerma a tu lado está noche?

Isaac se sonrojo levemente al recordar la escena, pero trato de controlarse, volviendo a poner atención en clase.

Las horas pasaron un tanto tediosas, pero al final, termino la hora escolar. Ahora Isaac tenía que ir al club de ajedrez.

Isaac se dirigió al salón del club, solo para notar que estaba cerrado. Una vibración se sintió y se escuchó en el pantalón de Isaac. Su celular tenía una notificación.

Al sacarlo podemos ver como un teléfono un tanto viejo. En el interior de éste, Isaac interactuaba con su celular. Su celular táctil era toqueteado por los dedos de Isaac. El mensaje era de Robert:

Robert: Isaac, se me olvidaba decirte que hoy no tendremos sesión del club de ajedrez, perdón si no te pude avisar antes :c
Te fuiste muy rápido antes de que pudiera decir algo, pero hoy tomaremos el día libre
Hace: Un momento

Isaac resoplo por un momento, solo para contestar.

Está bien, lo entiendo.
Hace: Un momento

Fue lo único que contesto Isaac. Retomo el ahora para marcharse directo al trabajo.

Cuando no hay sesión de ajedrez, Isaac se va directo a su trabajo. En el transcurso de ida hacía su trabajo "el buen hombre de nieve". Isaac se iba percatando de un ajetreo menos común de las personas. Una persona común no lo notaría, sería normal incluso. Pero alguien que ya había trabajado para una mafia sabe que en cualquier momento las cosas iban a salir mal...

Un grito de ayudaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora