Capítulo 5: Asiatown.

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Isaac y Sofía salían del metro. Ya se encontraban en Asiatown. Música asiática tradicional se escuchaba nada más saliendo del metro, algo que podría ser instrumental combinado con algo de electrónica ligera para acompañar el ambiente de la estación. Isaac y Sofía estaban algo callados. Todo desde que Sofía le recordó a su mamá, Isaac estaba algo distanciado. Sofía sabía que lo había arruinado, pero no podía hacer nada por ahora para remediarlo. Más que dejarlo ir, esperar a que todo mejore y, si en algún momento él se dejaba abrir sus sentimientos. Sofía haría lo posible para que Isaac la perdonase...

Ya no iban tan pegados como lo estuvieron en el metro o en la estación Washington. Estaban separados por un ligero espacio de a lo mucho medio metro. Pero se notaba la incomodidad que ambos tenían y que en algún momento tenían que romper para poder hablarlo y seguir sus vidas normales.

Mientras iban caminando por el metro, Sofía noto que se encontraba cerca el pequeño café en donde habían tomado té Isaac y Sofía. Pensó en tomar algo para tratar de romper la incomodidad que ambos tenían, pero Sofía estaba tímida ahora. Anteriormente Sofía había atacado descaradamente a Isaac con burlas juguetonas típicas de una mujer de clase. Pero desde que noto que había dicho algo que no debió haber hablado la situación se tornó algo complicado.

Sofía se detuvo en la entrada de éste, agarrando de la manga de la camisa de Isaac. Isaac se detuvo en seco, solo para voltear y ver que andaba mal.

Al voltear, vio a Sofía mirar hacía el café. Un hombre perspectivo sabía lo que significaba. Ella quería entrar. Isaac solo asintió con una cara tranquila y ambos entraron al local.

Se escucho la campanita típica de local al entrar por la puerta. Una bienvenida por parte de los trabajadores fue dada a los visitantes, que en este caso eran Isaac y Sofía. Ambos saludaron amablemente. El mesero los acompaño a la mesa en la cual se sentaron. El lugar era todo asiático. Por las cosas que éste tenía, podría ser más bien un local chino que de algún otro lugar. Pidieron sus respectivos tés y el mesero fue dar el pedido.

Sofía e Isaac estaban frente a frente en la mesa. Se miraron levemente, pero apartaron la vista rápidamente.

Hubo aproximadamente un minuto de silencio, solo hasta que Sofía rompió el silencio ya que no podía seguir así.

–Yo...– Hablo Sofía, buscando las palabras adecuadas para hablar y pedir un perdón. –Perdón si dije algo que no tenía que decir... Yo...–

Isaac agarro su mano tranquilo. Sofía, quien tenía su cabeza abajo. Como si fuese un perrito castigado, levanto la mirada para ver a Isaac. Quien simplemente negó con la cabeza.

–Tranquila...– Su voz estaba calma. –No sucede nada. Solo me hiciste recordar ciertas cosas que me hacen sentir mal y triste...–

Sofía no quería indagar más en el tema. Por lo que dejo el tema ahí. No sabía exactamente que más hacer o que más decir. Por lo que solo asintió con una ligera sonrisa, esperando que todo estuviese bien.

Los tés llegaron, ambos pidieron un té negro. Aunque Isaac no es alguien que le gusta mucho el té, de igual manera se lo tomo. Más que nada para quedar bien con Sofía.

El té caliente se vertía en los labios de Isaac, era un té caliente que uno puede preparar con lo que uno quisiese. Azúcar, miel, hierbas, etc. Termino de tomar e Isaac se sintió algo satisfecho.

Sofía miraba a Isaac y se sentía calma al ver que Isaac disfrutaba el té, ella pensaba que, si disfrutaba el té, estaba disfrutando la compañía de ella. Por lo que su sonrisa era muy radiante. Isaac lo noto, y solo sonrió.

Un grito de ayudaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora