«Como me alegro de que estés bien» dijo con la voz quebrajada
Sentí una lágrima caer en mi hombro.
Moví mi brazo, que estaba envuelto en gasa, y lo abracé de vuelta.
Sus padres me preguntaron que como estaba y como iba todo, pero me limité a responder que bien.
Su hermana se veía triste, por su hermano y por mi. El odio que veía en sus ojos hacía un par de días ya no estaba.
Le pedí a mi madre que sacara a los demás, quería hablar a solas con él.
Cuando todos se marcharon, empecé a hablarle.
«Sientate» sonreí mientras me movía para hacerle un espacio en la camilla
Con el gesto preocupado, se sentó y yo me acomodé dejando las manos sueltas en la cama.
Él me tomó una de ellas.
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Última ilusión
القصة القصيرةLos recuerdos te acompañan hasta el último segundo de tu existencia...[Microcuento]