°Tercera Parte°

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Pasaron algunos días, semanas, meses y si, como me lo imaginaba, ellos comenzaron a salir.

Y era totalmente obvio, cualquier persona, hasta los hombres querrían tener alguna clase de relación con JungKook y eso me incluía a mi, pero el que quería y no iba a poder jamás era yo ya que sabía perfectamente que eramos hermanos y aparte tenía en claro que a él no le gustaban los hombres.

Odiaba verlos juntos, odiaba escucharlos reir, odiaba observar como se besaban, odiaba el hecho de que era felíz con otra persona.

Lo más triste era que siempre me agradecía, agradecía los consejos que yo de estúpido le daba y tenía que hacerlo, sino de cualquier manera sospecharía de mis sentimientos por él, los más sinceros, profundos y equivocados sentimientos.

Me ponía a pensar que muchos decían que todos acababamos estando con la persona correcta, pero hay otros que pensaban que no era así, que todo era cuestión de hacer buenas jugadas, ¿Será cierto? Tal vez si lo sea.

No sabía como iba a poder llevar la vida luego de saber que mi adorado hermano iba a pasar el resto de sus días con otra persona, y que yo tenía que conformarme con alguna mujer porque si, mi familia no tenía ni la más remota idea de mis preferencias sexuales y eso me comía por dentro.

Que tal vez tendría que fingir sentír amor por otro ser, pero en realidad yo lo amaba a él. Esa era la razón de todo, esa era la razón de mis sufrimientos y de mis tantas horas de llanto sobre mi almohada.

Solo podía imaginar, solo eso. Imaginar que estaba con él, imaginar que por alguna casualidad del destino, él podía sentir algo hacia mi; amor, deseo, lo que fuese, una mínima cosa sería suficiente para mi.

Pero sabía que así pasarían los años. Mi vida tomaría otro rumbo, terminaría mis estudios y podría llegar lejos, muy lejos. Me casaría y tendré hijos, pero solo una sola cosa me haría falta, JungKook.

• • •

Mis sábanas de seda cubrían gran parte de mi torso, el espacio estaba iluminado gracias al sol que yacía a esas horas de la mañana, sol que encandilaba mi vista. El olor a tocino y huevos impregnaba el lugar, producto de su trabajo culinario.

 — ¡Jiminnie, a comer!.

Perdido en mis pensamientos, lo escucho llamarme, era JungKook desde la cocina. Me apresuré y me senté en el taburete del mesón, lugar donde se encontraba mi novio haciendo un rico desayuno para los dos.

— Dormiste hasta tarde amor. — comentó Kook sirviendo unos deliciosos huevos revueltos con tocino y pan tostado en el plato que se encontraba frente a mi.

Nuestro padre ya no vivía con nosotros, pues al enterarse de nuestra relación simplemente nos abandono un día sin dejar rastro. Tuvimos que comenzar una nueva vida, puesto a que solo éramos unos jóvenes y no sabíamos como llevar un hogar solos, pero luego de un tiempo pudimos surgir y desde entonces estamos juntos.

— Tuve un sueño muy extraño, casi como una pesadilla. — dije justo antes de tomar un sorbo de zumo de naranjas.

— No me digas, ¿Es el mismo sueño en el cuál recuerdas cuando vivíamos con papá y yo te decía que estaba enamorado de una chica? ¿Es ese amor?. — me preguntaba mientras tomaba asiento a mi lado.

— Si, ese mismo. Ya no lo estoy soportando. — me recosté en su regazo, no soportaba vivir todas las noches la misma pesadilla.

 — Nene, escuchame. — me tomó del mentón haciendo que lo mirara — tu y yo estamos juntos ¿Sí? Lo demás es pasado. Olvida que somos hermanos, olvida por lo que pasamos, ahora solo estamos los dos. — depósito un beso en mis labios para luego seguir degustando su desayuno.

Solo me dedique a sonreír, me sentía demasiado felíz estando a su lado y no podía creer que todo esto era real. Terminamos de comer y comenzamos a recoger todos los trastes para luego llevarlos al lavadero; yo limpiaba mientras mi querido JungKookie secaba cada uno de ellos, era un verdadero arte verlo, una hermosura.

— ¿Por qué me miras tanto?.

— Eres hermoso. — solté lo que tenía en mis manos y lo miré

— Ven, sigueme. — se acercó a mi y me tomó de las manos.

Sabía a perfectamente a hacia donde ibamos.

Contigo o Sin Ti.《Kookmin》 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora