Hay recuerdos que pueden hacer palpitar el corazón y otros tan solo el deseo. Acá estoy, con sábanas olor sol, recordando las malas palabras de tu cuerpo y las marcas que le hacías al mío. A la espera de caricias que mis manos no pueden recrear, sonidos que tan solo tu puedes escuchar, la manera en la que extasiados en la pasión nos hacíamos uno, no era una entrega puramente sexual, mucho menos era hacer el amor, no hay palabras que describan el pecado que habita en ti y como caer en él era mi éxtasis.
El deseo cumple el papel de mi enemigo en las madrugadas y mis manos frías tratan de cumplir el rol de un protagonista fallando en cada audición, no quiero que estos pensamientos crucen mi mente si tú no vas a cruzar la frontera de mis piernas, no quiero más guerras si no vas a venir a ponerle bandera blanca a mis deseos, no quiero noches frías si no las vas a calentar con el rozar del deseo que nos persigue hasta el alba. La noche es mala compañía... si no le dices al oído que vas a ser su amante.
x.x Tef
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Una dosis de realidad
PuisiPequeñas reseñas de las crisis existenciales que cruzan la mente de una adolescente entrando a la adultez.