Ambos nos separamos y no pudimos evitar mirar a los demás. Alya y Nino sonreían mientras mis padres mantenían en su rostro una sonrisa de satisfacción. Nadie parecía sorprenderse por lo ocurrido por lo que no le tomamos importancia.
Adrien se levantó y me ofreció ayuda para levantarme, ya ambos de pie Adrien enlazó su mano con la mía y en sus labios se formo una ligera sonrisa que mantuvo por minutos.
—¿Y ahora que pasará? —preguntó Adrien mientras aun me sostenía de la mano.
—Te diré lo que pasara —respondió mi padre mientras se levantaba del sofá—, te divorciaras de esa naranja buena para nada y te casaras con él —mi padre señalo a Adrien haciendo a este sonreír.
—¡Tom! —exclamó mi mamá sorprendida—. Ignora a tu padre Marinette —mencionó mi mamá mientras se levantaba del sofá y se dirigía hacía mi—. Hija has lo que te diga el corazón —miré a mi madre a los ojos, era evidente que ella sabía cual sería mi decisión, y era su dulce voz la que lograba calmarme al instante como si mi madre tuviera magia en sus palabras.
Al igual que Alya y Nino mis padres se fueron, por lo que Adrien yo quedamos a solas.
El me propuso ir a su casa y yo me negué, él no estuvo de acuerdo con mi decisión pues ya había visto lo que era capaz Nathaniel de hacer con sus estúpidos celos y no pensaba dejarme sola, por lo que se quedo conmigo esa noche.Me recoste en la cama y minutos después pude sentir como Adrien se recostaba a espaldas mio. Sus manos tocaron mis hombros y bajaron lentamente por mis brazos hasta finalmente encontrarse con mis manos. Su compañía era tan reconfortante que aquella noche se vio más bella que nunca.
Escuche un golpe fuerte en el comedor, parecía ser que alguien estaba adentro y Adrien estaba dormido junto a mi. Lo primero que paso por mi cabeza no era bueno así que desperté a Adrien.
—Adrien despierta —Adrien abrió los ojos con delicadeza y sonrió.
—Buenos días Mi Lady —respondió Adrien tranquilo.
—Hay alguien en la casa y creo que es Nathaniel —Adrien levantó la cabeza y de inmediato se levantó de la cama y yo detrás de él.
Adrien permaneció en el cuarto y yo bajé a la cocina para ver que sucedía. Era exactamente lo que había imaginado, Nathaniel destrozaba los platos y copas de nuestra boda con una inmensa furia.
—¿Qué haces aquí? —pregunté enojada.
—Está es mi casa —respondió el mientras me miraba con atención.
—Nathaniel no estas bien ahora —respondí recordando lo que había pasado anoche en la reunión.
—Sabes Marinette... —mencionó serio haciendo una pausa, la situación comenzaba a aterrarme— te vi... si Marinette, te vi en la cama con Agreste. ¡¡En mi cama!! -exclamó Nathaniel furioso mientras tiraba una copa.
—Nathaniel te lo pido vete —Nathaniel se acercó a mi y yo retrocedí con nerviosismo.
—Solo regrese por algo que dejé pendiente —Nathaniel se acercaba más a mi y yo ya no encontraba más espacio para retroceder. Sin darme cuenta terminé entre la pared y la estufa de la cocina, Nathaniel me tenía acorralada— ¿Dónde esta Agreste, Marinette? ¿Dónde lo escondes?
—Nathaniel por favor vete —suplique con lágrimas en mis ojos.
Nathaniel me miraba fijo y eso a mi me llenaba de pánico. De inmediato Adrien apareció por detrás y lo quitó de mi camino. Corrí y me detuve junto a la puerta, Nathaniel intentaba golpear a Adrien, pero Adrien solo se dirigió a mi, tomo mi mano y ambos salimos de ahí.
—Te dije que era más seguro en mi casa —dijo Adrien serio.
—No pensé que se comportaría de esa forma —dije sorprendida mientras por mis mejillas caían lágrimas.
—Tu padre tiene razón, debes divorciarte —Adrien tomo mi mano y seco mis lágrimas.
—Jamás me daría el divorcio —respondí.
—Bueno no ahora que no esta en sus cinco sentidos, pero ya lo hará —respondió Adrien manteniendo la calma.
—¿Cómo puedes estar tan seguro? —mire a Adrien a los ojos y el solo tomó mi mano con más fuerza.
—Lo se —contestó.
Ambos tomamos un taxi a casa de mis padres y les contamos lo ocurrido. Mi padre nuevamente hablo sobre el odio que le tenía a Nathaniel y el como jamás debió haber dejado que mi madre influyera en su decisión de no cederle mi mano a Nathaniel aquella vez.
Después de escuchar el discurso de odio de mi padre, subí a mi vieja habitación y tome algo de mi antigua ropa de antes de ir a la Universidad. Adrien tenía razón, en físico no había cambiado casi nada, con unos pequeños arreglos pude ponerme la ropa sin sentirme incómoda.
Al llegar a la oficina pude ver a Nathaniel en la recepción. Adrien había ido por unas cosas a su oficina por lo que estaba sola y la idea me asustaba.
Nathaniel se acercó a mi y comencé a sudar. Pidió vernos en privado por lo que entramos a mi oficina. Al cerrar la puerta Nathaniel permaneció en silencio.
—¿Qué haces aquí Nathaniel? —pregunté sorprendida por verlo en mi oficina.
—Yo lamento haberte hecho pasar un mal rato en la mañana, es solo que subí a la habitación y te vi junto a Adrien y me enoje. Lo siento —Nathaniel extendió su mano entregándome una carpeta con papeles.
—¿Qué es esto? —Abri la carpeta y antes de que pudiera comenzar a leer Nathaniel respondió.
—Es el divorcio —respondió Nathaniel con melancolía—, cuando me sentí mejor llamé a mi abogado, yo ya firme los papeles, si los firmas estaríamos oficialmente divorciados.
Marinette te mereces a alguien mejor que yo, siempre lo supe, por eso tuve miedo cuando Adrien apareció en nuestras vidas, por que sabia que te perdería, porque sabia... —Nathaniel hizo una pausa, su voz parecía quebrarse y yo no tenía palabras—, que jamás podría competir con Adrien. Te amo y quiero que seas feliz, aunque no sea conmigo.Me quede helada, no sabía como responder. Quería mucho a Nathaniel pero el divorcio era lo mejor para ambos.
Revisé los papeles y pude ver que todo estaba en orden, su firma estaba en los papeles, pero había algo que no me agradaba. En los papeles decía que me quedaría con la mitad del dinero de Nathaniel y con su casa, algo que no me parecía justo.
—No puedo firmar esto —mencioné.
—¿Por qué? —Nathaniel se miraba confundido—. Yo revisé todo personalmente. Tu sales beneficiada de todo esto Marinette —mencionó Nathaniel restándole importancia a lo que acababa de decir.
—Ese es el problema —respondí—. Yo no necesito quedarme con tu casa o tu dinero, no me debes nada Nathaniel no lo considero justo —Nathaniel tomó los papeles y me miro atentó.
—Yo lo arreglare. Tranquila —Nathaniel sonrió y se dirigió a la puerta.
—Gracias Nathaniel —dije antes de que saliera.
—No es nada, solo hay que cambiar los papeles —dijo Nathaniel con una mano en la perilla dándome la espalda.
—No me refiero a eso —Nathaniel dirigió su mirada hacía a mi y lo miré a los ojos—. Gracias por todos estos años. Lamentó que las cosas no funcionarán.
—También yo —Nathaniel bajo la mirada y salio de la oficina.
Y aqui esta lo prometido el capítulo 11. Bueno se que es tarde pero técnicamente ya es domingo asi que cumplí XD
Nuevamente estare actualizando cada semana, aunque de vez en cuando dare mis excepciones y actualizaré dos capitulos en vez de uno :3 esto es principalmente porque la historia ya la tengo casi terminada... y para ser sincera al paso que voy la terminare de publicar hasta Marzo del 2018 y tengo otros proyectos en mente😏😏
Asi que... intentaré actualizar mas seguido :v
Espero que el capítulo les guste
Y sin mas que decir me despido...
Atte: AlmaAndrade1
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Jugando con fuego
Fiksi PenggemarMarinette Dupain-Cheng una mujer casada de veintiséis años vive su vida alejada de las preocupaciones. Pero justo en el momento en el que su vida parece sacada de un cuento llega un imprevisto, su antiguo compañero de secundaria aparece de nuevo en...