Prólogo

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Llegue a casa un poco cansada de un largo día de escuela, soportar, y hablar con gente no era lo mío. Digamos que entablar conversaciones de más de 1 minuto era totalmente un reto para mi, había 2 opciones por las cuales no lograba hacerlo.


A) Mi aspecto "extraño" de chica darks, ó.


B) Respondo de tan mala gana, que cuando digo "Hola", las otras personas lo entienden como un "Largo de aquí hijo de puta." Yep. Era la "Darks" de la escuela, y siendo sincera, me encantaba que todos me tuvieran miedo, era tan divertido.

En fin...

Cuando cerré la puerta de entrada, escuche unos ruidos que provenían de la cocina, y algunas risas, así que me acerqué poco a poco con mi botella de agua como arma, rezando para no ver a mi madre desnuda o algo por el estilo. Pues últimamente mi madre llegaba del trabajo con un novio nuevo, repugnante ver ese tipo de situaciones.

— ¡¡FELICIDADES CARIÑO!! —gritó mi madre y una voz la cual era un poco más gruesa, aún con las luces apagadas.

— Mamá... —dije de mala gana. — Las luces.

Al decir esto escuche como mi madre y aquella voz discutían a la bajo, últimamente mi madre ah estado olvidando cosas, muy irrelevantes pero aún así está empezando a preocuparme.

— Lo siento cariño, lo olvidé. —dijo acercándose a mi, ahora si encendiendo las luces para así poder abrazarme.

Lo más raro de todo era que ni siquiera yo recordaba que era mi cumpleaños, espera, mi cumpleaños fue hace un mes. Lo más gracioso era que cuando fue mi verdadero cumpleaños lo había olvidado. Hay madre.

— Pero mamá mi cumple... —deje la frase en el aire notando como aquel hombre me hacía señas de que me callara.

《 ¿Qué mierda esta pasando aquí? 》

Después de eso mi madre saco un pastel el cual estaba en la nevera, y lo comimos entre los tres. Al poco rato recordó que tenía un regalo para mi así que subió por él, dejándome sola con aquel hombre. Era mi oportunidad, necesitaba respuestas.

— Yo... —me interrumpió aquel hombre.

— Llegaron estos resultados en la mañana. —hablo por fin dejando un sobre en frente de mi.

Tome aquel sobre un poco confundida por todo lo que estaba pasando, y al mismo tiempo intrigada por descubrirlo.

——————🌼——————

—No puede ser... —dije con mi voz un poco temblorosa.

— Ese día estábamos cenando en un restaurante, como siempre ella estaba muy hermosa, esos ojos azule... —le interrumpi.

— Al grano, Jaime. —dije rápidamente notando como se avergonzaba.

— Olvidó quien era, y en donde se encontraba. Ya te imaginarás lo que sucedió después. —murmuró rascando su nariz, obviamente incómodo. —Así que la lleve directamente al hospital, donde le hicieron estudio y demás.

— ¿Y por que no me dijo antes? —dije molesta.

—No sé, tal vez lo olvido. —contestó en un tono de broma.

— ¡Esto no es gracioso! ¡Mi madre tiene Alzheimer! —grite golpeando la mesa haciendo que este se sobresaltara ante mi reacción. Maldito idiota.

You are the only exception©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora