Jimin.
Sabía que no debía mandarle esa fotografía a Daddy, ahora estoy en la misma posición de como le mandé la foto.
Hace frío.
Mochi duele muchísimo, está palpitando y todo por la culpa de Daddy, si no me hubiese puesto a pensar en él, Mochi no estuviera tan duro como una roca.
Me encontraba acostado en la cama boca abajo, mostrando la mitad de mi trasero. Pasaron unos diez minutos y mis piernas empezaron a adormecerse.
— Daddy... Dese prisa... — Jadeé.
Pensé en moverme un poco, pero Daddy me castigaría si lo hago. Soplé un poco parte de mi cabello que caía en mi rostro ya que me estorbaba.
Escuché como la puerta principal era abierta y cerrada, unos pasos se asomaron por las escaleras y la puerta de mi habitación fué abierta.
— ¿Minnie? — Veo como Daddy se quita el saco y lo deja caer al suelo — Te ves tan... Apetecible. — Relame sus labios y me ve con deseo.
— Daddy~ Mochi duele mucho — Hice una mueca de incomodidad y Daddy se fué acercando poco a poco.
Se coloca tras de mi y acaricia mi trasero con sus frías manos, suelto un jadeo. Escucho el cierre de su pantalón abrirse. Sus manos me toman de la cintura poniéndome en una mejor posición. Baja completamente mi ropa interior dejándome descubierto de la cintura para abajo — Dolly, ¿cuál es la palabra de seguridad? — Pregunta mientras roza su entrepierna contra mi trasero.
— A-azúcar... — hablo entrecortadamente, cierro mis ojos disfrutando del contacto.
— Bien, Dolly. —
Poco bastó para que se introdujera en mi interior sin previamente prepararme, dolía un poco, si, pero Daddy acariciaba mi espalda mientras yo me acostumbraba a su tamaño.
Empieza a moverse dentro de mi, marcando un ritmo con sus caderas y sacándome pequeños gemidos, con sus grandes manos me toma de las caderas creando un vaivén disparejo entre las de él y las mías.
Cada estocada en mi interior son varios gemidos provenientes de mi boca, la manera en la que Daddy me folla es espléndida. En un momento mis brazos flaquean y caigo de cara en el colchón, Daddy aprovecha y toma mis brazos colocándolos detrás de mi y cruzándolos sobre mi espalda baja.
Mi rostro hundido en el colchón, Daddy penetrándome profundamente. Siento como su palma impacta contra mi trasero y suelto un estruendoso gemido el cual hace que él aumente el ritmo de sus embestidas.
— Daddy~... N-no pare... — Mi cuerpo pedía a gritos que Daddy me hiciera pedazos.
— Con calma Dolly... — Susurró en mi oído lo cual hizo que me estremeciera.
Sentí como Daddy me volteaba quedando acostado boca arriba y con él encima mío. Tomo mis piernas y las colocó en sus hombros dándome una fuerte embestida y sacándome un gemido.
Daddy empezó a embestirme sin piedad alguna y mis gemidos cada vez subían de tono.
— M-mierda Dolly... — Daddy soltó un grave gemido de placer y sonreí.
Siguió embistiendome.
— ¡A-ah Daddy! — Gemí en su oído al sentir como su miembro llegaba más profundo dentro de mi.
Sudados, gimiendo de placer, Daddy me besó apasionadamente y tomé su rostro entre mis manos para acariciarlo.
De pronto, el sonido del móvil de Daddy lo hace parar.
— Dolly, debo contestar — Me mira apenado.
— N-no hay problema... — Susurro, siento como sale de mi y se aparta para poder contestar.
— ¿Hola? — Sale de la habitación con el móvil en la oreja.
Tomo las sábanas y me cubro hasta la cintura haciéndome bolita enmedio de la cama. Suspiro.
Pasan unos cinco minutos cuando Daddy está devuelta en la habitación y busca su pantalón para vestirse.
— Dolly, me tengo que ir... — Me mira.
Lo ignoro.
— Dolly te estoy llamando — Su voz cambia de dulce a seria.
Vuelvo a ignorarlo.
— Jimin, no me dejes ignorado y contestame — Ahora puedo escuchar como me habla claramente enojado.
— Puede irse — Susurro para mi mismo que para él.
Cierro los ojos con la furia hasta el tope y escucho como la puerta es cerrada con mucha fuerza.
Me levanto de la cama para ir al baño y tomar una rápida ducha, al salir busco un cambio de ropa e interiores, me visto.
Cuando me aseguro que Daddy ya no esta en casa, bajo las escaleras hasta la sala para buscar un poco de comida. Voy a la cocina y abro la nevera buscando algo de tomar.
Cojo un refresco en lata y lo abro para beber un poco de él. Voy a la sala y me siento en el suelo frente a la televisión. La enciendo y busco algo para ver mientras espero a que Daddy vuelva.