- Supe que estabas internado y quise venir a agradecerte.
- Solo te permití quedarte en una silla, no era necesario.
- Pero no me gustan las quimioterapias entonces quería evitarla y ahora mismo estoy evitando otra.
Negué con la cabeza y puse mi mirada en el ordenador que había dejado a un lado.
- Deberías hacértelas, esto de evitarla solo te hace mal.
- Pero no sabes todo lo que duele hacerlo.
- Oh está bien, ¿quédate aquí entonces? pero que conste que yo no te ayudo en nada, si pasa algo es totalmente tu culpa.
- Está bien, chino.
Hizo un movimiento con su mano imitando a un militar y negué haciendo una mueca.
- No soy chino y siento que tienes una manía en interrumpir mi sueño ¿no?
Puso una cara de confundida y luego soltó una carcajada, supongo que recordando la vez pasada.