Querida mente poco piadosa de mi corazón, me ha seducido la carne como nunca antes lo había hecho. Y ahora, entre sombras de dudas y deseos, me encuentro atrapada en un latido que no pedí pero que no aborrezco.
Tu lógica se desvanece ante su sonrisa, y aunque lucho por mantenerme firme, indeleble, cada palabra suya, cada gesto, me desarma, me deshace, me duele. Me gusta.
Mente ingrata, me has vuelto masoquista. Has dejado que mi corazón, vulnerable y frágil, se embriague con el veneno dulce de este amor que no buscaba, pero que ahora no puedo dejar ir.
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Pensamientos de una Millenial
Non-FictionFrases y pensamientos cortos de una simple chica. -Lou~