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Horas antes de la madrugada 

El tintinar apacible de las memorias del olvido penetra mi cuarto rompiendo la ventana, haciendo un alboroto, dejándome estupefacta, tirada en el suelo ahogada en un aire denso lleno de nuncas, lleno de siempres, lleno de sueños, lleno de ti.

La verdad es que soy un drama. Un drama hecho mujer. Un drama de los que se llororan, de los que se sufren, de los que nostálgicamente te hacen voltear la vista. 

Soy eso, eso soy, un drama lleno de sed, lleno de hambre, rotundo, incomplaciente, insaciable. Un drama melancólico, que no escribe a la luz de la luna, que no sucede en las noches de lluvia, que no termina con un "te amo". Que más bien, termina con la muerte de alguno de los amantes, que no es romeo, que no es julieta.

Un MAL-DITO drama, hecho de retazos, de susurros, de insomnios, de un te extraño al anochecer de todas las palabras que callan los que aman y de todos los gritos que se dicen los que odian, soy esa parte que no se siente pero que todos ven, ese punto final en las notas de amor y esa coma en las despedidas, ¿Qué no lo ves? Soy ese ser al que miras y le dices al oído con cariño: "sos la peor cosa que me ha pasado en la vida."

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Pensamientos de una MillenialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora