"Un día con los profesores"

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Narra Elizabeth

Era sábado en la mañana, no había nada que hacer y todos los alumnos estaban pasando el día en su dormitorio o fuera de las instalaciones, por lo que no podía divertirme al menos asustandolos, además que me daba mucha pereza ir a buscar a mi chupa cabras al bosque, aparte que me costaría muuuuuuuuuuuuuuucho trabajo encontrarlo. Entonces empecé a caminar fuera de mi oficina para después irme por los pasillos, no me costó tanto trabajo adaptarme al ambiente puesto que no veo, siempre consigo arreglarmelas en estas situaciones. Iba recorriendo los pasillos como si nada buscando con lo que divertirme, asumí que el director quería descansar y las profesoras estaban en otros asuntos por lo que estaba viendo, cosas que no eran de mi incumbencia.

-El único libre es el profesor Snape- dije para mí misma mientras una sonrisa traviesa se dibujaba en mi rostro. Tomé uno de mis polvos de mi bolsillo y me hice aparecer en su almacén, la mayoría del tiempo se encontraba ahí. Al llegar parecía que no estaba ahí - quizás aún no llega- dije de nuevo para mí mientras me puse a recorrer el lugar buscando algo interesante, olfatee un poco para detectar algo en el ambiente, y capté un olor tanto familiar como extraño: eran pociones, hiervas, entre otras cosas, parecía que su almacén era de sus pociones e ingredientes; seguí guiándome por los olores de las pociones y muchas las conocía: para la buena suerte, para el amor, venenos, etc; pero me detuve ante un olor en especial, tantee con cuidado lo que parecía un estante y tomé un frasco, lo olfatee y parecía ser una poción y no un ingrediente. Olía de una forma muy extraña en comparación con las otras, en eso escuché que alguien estaba abriendo la puerta del almacén, por el pánico la poción la escondí en la pequeña bolsa que siempre cargo conmigo, acto seguido actué como si nada hubiera pasado y seguí paseando por el almacén hasta que vi al profesor Snape mirándome con fastidio, me encantaba hacerlo renegar, muajajaja.

Narra Snape

Los fines de semana siempre los aprovechaba para hacer inventario o incluso preparar próximas clases, llegué al almacén de pociones y al abrir vi una sombra; pensaba que era un alumno tratando de robar alguna poción para fines tontos o egoístas. Cuando ya pude distinguirla mejor vi que era la profesora Elizabeth, mi expresión cambió a una de fastidio.

-Espero que tenga una buena razón para estar aquí- dije en tono serio pero se seguía mirando mi fastidio.
-Solo venía de paso- dijo de forma descarada mientras veía todo a su alrededor, como si buscará algo.
-Está bien, pero no toque nada- le dije mientras seguía haciendo mi inventario.

Para este punto me daba igual que estuviera ahí, mientras me dejara hacer mi trabajo. Mientras estaba revisando mis pociones ella parecía que me estaba analizando a pesar de ser ciega, sin embargo no le tomé importancia y seguí con lo mío; me quedé tan concentrado que no me di cuenta que ella llevaba algunos minutos detrás mío. Cuando volteé di un salto de la impresión pues no me di cuenta de su presencia.

-Le agradecería que no haga eso- dije tratando de portarme tranquilo.
-Cielos, que amargado profesor- me dijo la profesora mientras volvía a pasearse por el lugar.

Parecía conocer bien el castillo aún cuando nunca había estado aquí y mucho menos lo ve ahora, era algo que me parecía muy curioso pero no me interesaba saberlo, aunque aceptaba que era intrigante saberlo.

-¿Y como es que se mueve por el castillo si se supone que no ve nada?- dije sin más mientras seguía con el inventario.
-Bueno... Me guío un poco por mis otros sentidos y por mi magia- me contestó sin ningún tipo de verguenza ni tapujo.

Narra Elizabeth

Su pregunta no me sorprendió mucho, es más, ya era hora que alguien preguntara.

-¿Por qué quedaste ciega? No veo en tus ojos algún daño en la cornea- dijo ya mirandome fijamente especialmente a mis ojos... Me lleva el diablo.
-Es... largo de contar- dije con un temblor en la voz que no suele ser normal en mí.

Flashback

31 de octubre

Todo era gritos de alegría y alavanzas, la gente estaba esperando a los novios afuera de la iglesia con las campanas sonando. A pesar de no ser creyente de ninguna clase de Dios, por su prometido estuvo dispuesta a casarse por la iglesia. Los recien casados salen felices saludando a todos sus invitados. Sin embargo, la felicidad no duró mucho, pues una neblina negra comienza a rodear el lugar, los invitados entraron despavoridos de vuelta al templo, pero la niebla comenzó a rodear a los novios. De la niebla salieron criaturas extrañas que solo eran conocidas por el mundo de la magia, Elizabeth quedó pálida y en shock que no la dejó hacer nada.

-¡MI AMOR CUIDADO!- es lo último que escuchó Elizabeth antes de sentir que la estaban empujando fuera de la niebla.

Su cuerpo no respondía por el pánico, lo último que vio, fue a su amado esposo ser arrastrado por las criaturas hacia la niebla, llevandolo a un lugar donde las almas mueren y nunca regresan. Tirada en el suelo, antes de desaparecer por completo, su prometido sonrió y con lágrimas en los ojos, susurró una última palabra "adios". Acto seguido, su amado, las criaturas y la niebla desaparecieron y la vista de Elizabeth se tornó completamente en negro.

Fin del flashback

Hace mucho no recordaba lo que había pasado ese día, me había encargado de bloquearlo por completo, sin darme cuenta las lágrimas habían invadido mi rostro.

-Lo siento, recordé algo que... Que no debí...- no terminé esta última frase y me volteé apenada dandole la espalda al profesor Snape.

Mientras limpiaba mi rostro, pude sentir como algo me atrapaba: eran brazos, los brazos de Snape me habían rodeado en un intento de consuelo quizás... ¿O lástima?

-Lamento haberla incomodado- dijo con un tono más suave que a como normalmente me habla -entenderé si no quiere contarlo- me acarició la cabeza y acto seguido me soltó.

Fue algo sorpresivo su gesto cariñoso de buenas a primeras. Terminé de calmarme y de limpiarme la cara.

-Bueno, lo dejo seguir trabajando, nos vemos después- solté mis polvos y volví a mi oficina.

No podía mostrarme débil e indefensa de nuevo, no debía, por el bien de todos. Tomé una bocanada profunda de aire, la solté  y para olvidarme de este asunto me dirigí al bosque para traer de vuelta a mi chupacabras.

Narra Snape

Fue muy extraño su cambio de actitud, de un momento a otro se puso a llorar. Incluso yo debo medir mis limites para evitar tocar temas sensibles para otras personas... Debo admitir que sentí algo extraño cuando la abracé para tranqulizarla... Como si mi deber fuera protegerla de algo... Algo que todos los días le esta haciendo daño... Tendré que ser menos severo con ella a partir de ahora... Si quiero descubrir que la atormenta, para ayudarla.


...


Bueno, este capítulo lo puse como un "relleno" por así decirlo para explicar una pequeña parte del pasado de la profesora Elizabeth, obvio se revelarán más cosas, pero más adelante. Espero les guste, y ya saben, aunque tardo en publicar, por lo menos es para que me queden descentes los capítulos, rolen la historia para quienes piensen que les va a gustar y gracias por leerme, nos vemos hasta otro capítulo.

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⏰ Última actualización: Nov 15, 2017 ⏰

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