I

1.7K 216 9
                                    

"De pronto me miras, te miro y suspiras, yo cierro los ojos, tú apartas la vista, apenas respiro me hago pequeñito y me pongo a temblar. —Jeon JungKook."

Un pequeño chico pálido de hermosos cabellos azabaches y ojos felinos, se encontraba leyendo tranquilamente, y escuchando música mientras cruzaba sus piernas y apoyaba su espalda en la silla de aquel vagón de tren.

Su expresión era indiferente, se notaba que estaba relajado. Unos lentes de pasta negro reposaban sobre su pequeña y blanca nariz, dándole un toque más intelectual y atractivo. Llevaba puesta una sudadera negra con letras blancas que decían "Shit" encerrada en un rectángulo del mismo color, pantalones claros ajustados y rotos por las rodillas, y unos converse negros.

A lo lejos un chico alto de cabellera castaña miraba a cierto pelinegro, fascinado por sus facciones finas; parecía muñeco de porcelana.  Observaba atento cada movimiento que realizaba, tímido de acercarse a hablar con él, ya que creía que no era lo suficiente para el mayor.

El castaño llevaba enamorado del pelinegro, ya mucho tiempo, más que un amor, era una obsesión, pero no lo podía evitar, le encantaba YoonGi, le fascinaba aquel chico pequeño, hasta escuchar su nombre le sacaba una sonrisa, él se encontraba "idiotizado" —cómo decía su mejor amigo TaeHyung— por el mayor.

YoonGi sentía una mirada profunda sobre su cuerpo cada que entraba al tren, la mayoría de veces no le daba mucha importancia, pero esta vez no se resistió y levantó la vista conectándose con la de JungKook al instante.

Las pálidas mejillas de YoonGi tomaron instantáneamente un tono rosado, llamando aún más la atención del castaño, haciendo que soltara un suspiro. El menor cerró los ojos por micro-segundos, logrando que YoonGi regresara su vista a su lectura para ocultar su nerviosismo. JungKook volvió a enfocar sus ojos sobre el pelinegro esperando encontrarlo viéndolo, pero se llevo la decepción de encontrarlo leyendo, hizo un leve puchero de manera inconsciente y llevó su vista a la ventana, con la respiración un poco acelerada, se encogió en su asiento y su mente hecha un manojo de pensamientos y los nervios a flor de piel.

jueves ; kookgi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora