Capitulo 2.

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(Mason se pronuncia Meison)
Disfruten el cap. ♥️

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Me quede como una tonta observándolo, era demasiado bello.


Me ofreció su mano, la cual acepte y así me ayudo a ponerme de pie.


- ¿Estas bien? — Preguntó viéndome con ternura.




- S-si, yo solo, me dirigía a casa — Respondí castamente.




- ¿A esta hora de la noche? — Me miro divertido. — Vamos, te acompaño — Me incitó a caminar hacia la camioneta.





- No, de verdad, estoy bien, caminaré — Dije lo más calmada que puede.



Si, me había salvado de esos chicos, pero no iba a fiarme de él así porque si.




- Linda, si quisiera hacerte daño, ¿no crees que ya lo habría hecho? — Preguntó obvio. — No necesitaría a ninguno de mis hombres, hasta con los ojos vendados podría contra ti — Finalizó regalándome una sonrisa.




- No soy tan débil —  Contesté algo enfadada.





- Bueno, demuéstramelo — Dijo e hizo un movimiento con su cabeza para que subiera a la camioneta.



Camine con paso dudoso hasta la camioneta, no me fiaba de él pero tenía razón, si quisiera hacerme daño ya lo habría hecho.



- Después de ti preciosa — Dijo luego de abrir la puerta trasera.



Me subí en la camioneta seguida de él, y enseguida el hombre que iba al volante piso el acelerador.



- ¿De dónde venías tan tarde? ¿Peleaste con tu novio y te dijo que te largarás? — Preguntó viéndome fijamente.




- No, claro que no, no estaría con alguien que hiciera eso, y yo, no tengo novio — Expliqué. — En realidad, volvía a casa del trabajo.




- Así que trabajas. ¿Y cuantos años tienes? ¿Tus padres lo permiten? — Volvió a preguntar mientras bajaba un poco su ventanilla.





- Cumplí 19 el mes pasado, y, yo no vivo con mis padres, es decir, ellos ya no están, así que, decidí que podía mantenerme por mi cuenta y no molestar a ningún familiar — Dije algo incomoda.





- Lo siento por lo de tus padres, pero, en ese caso, por qué no me dejas mostraré un poco de mi, ven conmigo a mi casa, y tranquila, no te haré daño — Propuso.




No se porque me inspiraba confianza, tenía algo, no se que, o tal vez Sara tenía razón y era demasiado inocente.


Asentí con mi cabeza para  informarle que estaba bien ir a su casa.

- A casa — Indicó a el hombre que conducía.




- Como diga, señor — Contestó de inmediato.



Por la ventana pude ver como se desvió hacia otra ruta y comencé a ver lujosas casas, estábamos entrando a un barrio privado.



- Llegamos, preciosa — Informó, haciéndome sobresaltar.

No había notado que la camioneta se había detenido y que nos encontrábamos frente a una hermosa mansión.

Mason abrió la puerta y luego hizo una señal para que yo también bajara, y así lo hice.


MasonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora