Capitulo 3.

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- ¡La comida llegó! — Gritó Mason luego de cerrar la puerta.


Dirigí mi vista hacia allí y lo vi entrado a la sala con dos pequeñas cajas de comida China.



- Aquí tienes linda — Me dió una de las cajitas y la otra la dejo sobre la mesa que se encontraba frente al sofá.




- Gracias — Dije mientras tomaba los palillos chinos y comenzaba a comer, estaba muy hambrienta.



Mason trajo una cerveza y una Coca-Cola para mi. Eso era injusto, ¿por qué él si podía beber? No me considero una experta en el alcohol, no había probado muchas cosas, pero si me gustaba la cerveza, cada vez que Sara venía a casa nunca faltaban.



- ¿Por qué debo beber Coca-Cola? — Pregunté frunciendo el ceño.



Él dejó de comer y me observo.


- No debes beber alcohol, apenas acabas de cumplir los 19 — Respondió mientras le daba un trago a su Corona.



- Soy mayor de edad, puedo hacerlo. ¿Crees que jamás he bebido una cerveza?



- ¿Ah si? ¿Y en dónde lo compras? No tienes la mayoría para hacerlo — Habló suspicaz.



- Mi amiga, Sara, ella tiene 21, así que ya puede hacerlo — Conteste segura.




- No deberías beber — Dijo seriamente.




- Es solo cerveza, además, tú estás bebiendo justo ahora — Señale la botella que ahora se encontraba sobre la mesa.




- Tengo 27, preciosa, creo que puedo darme estos gustos. No creo que seas consciente de lo que puede causar el alcohol, eres muy pequeña aún.




- Si, claro — Hablé sarcástica mientras continuaba comiendo.




- ¿Lo ves? — Soltó una ronca risa. — Te enfadaste, claramente aún no eres lo suficientemente madura para beber si ni siquiera puedes aceptar comentarios sin enfadarte.



- No soy inmadura — Respondí enfadada. — Solo — Intente hablar. — Es que tú.... no... ¡Agg!— Grité exasperada al ver el gesto de triunfó en su rostro. — Deja de molestarme — Deje la caja a medio comer sobre la mesa. — Puedo hacer lo que yo quiera — Tome la botella rápidamente y le di un largo trago, iba a continuar bebiendo pero sentí como era arrebatada de mis manos.




- ¿Acabas de desobedecerme? — Preguntó seriamente mientras se ponía de pie. — ¿Qué parte de "aún no eres lo suficientemente madura para beber" no entendiste? — Volvió a preguntar mientras fijaba sus ojos en los míos.



- Fue solo un trago, no es para tanto — Me puse de pie, dejando clara nuestra gran diferencia de altura. — No tengo 5 años, ¿sabes?




- No es lo que me demuestras con tus acciones — Se acercó a mi. — Las niñas no deben beber alcohol — Habló serio pero con un toque de burla en su voz.




- No soy una niña — Hablé molesta.





- Si lo eres — Canturreó.




- ¡NO LO SOY! — Grité, wow, creo que tenía razón, me estaba comportando como una niña.


Al darme cuenta de eso volví a sentarme.


Él me envió una mirada de "¿Lo ves?"



- Lo siento — Comencé. — Solo me molestó lo que dijiste, es que.... no soy una niña.





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