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💛AVISO💛 Lo que esté escrito en cursiva son los "diálogos" o pensamientos del gato, el cual no puede ser escuchado.
Ahora sí, disfruten de la lectura.💜

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Como todas las madrugadas, el blanquecino gato salió de su incómoda canasta y se adentró entre las suaves y calientes sábanas de su dueño.

Pero no tan cálidas como los brazos de este, los únicos por los que el pequeñín se dejaba abrazar. Aquellos fuertes brazos que solían cargarlo durante la jornada.

La fría noche invernal se pasó rapidísimo para el gatito, quien se despertó con hambre.

Abrió un ojito y bostezó a medida que se desperezaba, dejando al descubierto sus pequeñas y filosas garras.
La luz ya se filtraba por las finas cortinas color limón de la habitación de su amo, lo que significaba una cosa: Era hora de despertarlo.

Con sumo sigilo se soltó del agarre del humano y se acercó a su rostro, posando su fría nariz húmeda en la suave mejilla del otro.

Despierta, Eunwoo.

Su fuerte ronroneo matutino era la melodía perfecta para los oídos de Eunwoo, haciéndolo sonreír instantáneamente.

El gatito adoraba la blanca sonrisa de su amo. Era lo que más amaba ver en el día y solía pasarse horas observándolo sólo sonreír. Era lo más hermoso que jamás había visto en su vida gatuna.

Tengo hambre, Eunwoonnie.

El felino protestaba por comida, pero su garganta emitía solamente unos suaves sonidos que los humanos solían llamar "maullido". ¡El peludo quería hablar con él! Pero sus idiomas eran distintos, y por más que aprendiese el de su humano, no podía comunicarse con este.

— Buen día, Sanhie. ¿Dormiste bien? —El pelinegro acaricio al animal detrás de sus orejas, donde más le gustaba.

Sanha cerró sus ojos y sonrió, incrementando la frecuencia de su ronroneo.

Muy bien, ¡pero tengo hambre!

Maulló el gatito.

— ¿Por qué tan escandaloso, Sanha? —Eunwoo se volteó para quedar frente a frente con el gato y sonreírle.

¡¡Te digo que tengo hambre!!

Ante los maullidos de su mascota, el más grande se levantó de su cama y se puso sus pantuflas para dirigirse a la cocina, siendo seguido rápidamente por el minino.

— ¿Quieres desayunar, cierto? Apuesto a que tienes hambre. —Habló tomando el tazón de comida para servirle.

Sanha con alegría, se refregó entre las piernas de su dueño, abriendo sus ojos de par en par con un gran brillo en estos.

Así comenzó su rutina de todos los días. Mientras Eunwoo tomaba su café con tostadas apoyado en la encimera de la cocina, su peludo amigo comía sus croquetas favoritas a su lado.

Sanha solía exigirle alimento al mayor desde muy temprano, incluso mucho más de lo que Eunwoo debería despertar para ir a la universidad, pero a este no le importaba pues según él, ser despertado por su gato era una de las siete maravillas naturales del mundo.

Con relajo, el humano se vistió bastante abrigado y tomó su bolso para ir a clases, como todos los días.

Antes de partir tomó al felino entre sus brazos y miró a sus grandes y redondas orbes.

— Voy a clases, ¿te portarás bien? —Habló seriamente.

Por supuesto, ¿qué podrías esperar sino de mí?

Paws ; Eunsan || ASTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora