Tres tortuosos días habían pasado desde que Eunwoo había dejado al gatito solo en una casa inmensa para él.
Tres días que Sanha apenas podía soportar.
La puerta se abrió por segunda vez en el día, asomándose por ella un risueño muchacho.
— ¡Hora de la merienda, Sanhita! —Saludó con alegría al gato.
Este se limitó a observarlo con un solo ojo desde la cama el cual lo volvió a cerrar en seguida.
— Oh, aún tienes alimento en tu tazón. —Dijo observando este— No comiste lo que te puse esta mañana...
El jóven se acercó al minino y se sentó a su lado en la cama.
— ¿No tienes hambre, Sanha? —Comenzó a acariciarlo.
El felino odiaba el contacto con otras personas que no sean Eunwoo, pero aún así no tenía ánimos de deshacerse de las caricias del humano.
— Ven aquí... —Tomó a Sanha entre sus manos y lo levantó para sostenerlo como a un bebé.
Eso sí que no le agradó a Sanha. Él solamente se dejaba cargar por Eunwoo.
Rápidamente el blanco gatito mordió la mano del muchacho y dio un salto hasta el suelo.
— ¡Ay! Sanha, tienes colmillos filosos... —Se quejó mientras sobaba su mano.
El gato corrió y se ocultó en su canasto, pensando que allí estaría a salvo de las caricias del contrario.
— Si serás arisco... —Gruñó— Bueno, volveré mañana. Más te vale que te comas la comida. Ya te puse agua limpia así que también hidrátate.
No soy tu hijo, idiota.
El humano abandonó la casa, dejándola totalmente en silencio, donde lo único que se oía eran los serenos latidos de su corazón.
Sanha se acercó a la ventana y observó la ciudad.
Miles de humanos caminaban de aquí para allá, hablando entre sí, comunicándose.
¿Por qué él no podía ser como ellos?
¿Su vida se basaría en quedarse encerrado en ese pequeño cuartito estando sólo la mayor parte del día?
Su vida se basaba en comer, dormir y pasar tiempo a la noche con su dueño.
Pero ahora ni siquiera él estaba.
Su única compañía era a veces aquél fastidioso vecino, al que le pagaron para que le dé de comer al gatito.
Sanha solía escuchar de los humanos cosas como "¡Me gustaría ser un gato!", "Quisiera ser un gato para evadir mis responsabilidades y dormir todo el día".
Pero Sanha, quien era uno, odiaba serlo. Odiaba todas esas cosas que los humanos amaban de él.
Eunwoo...
Mi Eunwoo...
Te extraño, Eunwoo...
Su sonrisa, su tan brillante y perfecta sonrisa... Me hace falta más que nunca.
Necesito despertarte con mi ronroneo... En estos días que me he despertado sin ti, he sentido el vacío más grande de mi corta vida de cachorro.
Aquél humano me molesta. Quiere tocarme a como de lugar, como si de un peluche me tratase.
Eunwoo...
Mi Eunwoo...
Te amo tanto... ¿Por qué no puedes amarme como lo amas a él?
Pensamientos como esos, y muchos más, invadían la cabecita del animalito.
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Paws ; Eunsan || ASTRO
Fanfic《El pequeño Sanha amaba con locura a su amo, pero sentía una terrible impotencia al no poder comunicarse con él. Al fin y al cabo, él tan sólo era un gato.》 • Eunsan: Eunwoo x Sanha. • Historia corta muy soft. ♡ • Espero que sea de su agrado. ^^ •No...