capitulo 4

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Luna se sentó en su cama, observando a través de la ventana como el sol hacia su aparición, quitándole el puesto a la luna, mientras el cielo se comenzaba a iluminar, luna no había podido pegar ojo en toda la noche, por estar nerviosa por aquella carta, estaba tan metida en sus pensamientos hasta que la alarma de su reloj comenzó a sonar, anunciando que debía despertar o aquel día que debía irse a alistarse para ir al instituto, ese día en particular estaba más apurada de lo normal por lo cual sus padres estaban un poco confusos por aquel extraño comportamiento, porque ellos desde que ella era pequeña siempre eran sus padres los que tenían que apurarla para no llegar o que no llegara tarde a algún lugar.

-adiós papa, mama-dijo luna mientras salía de la cocina no sin antes coger una tostada que tenía un tipo de crema de frutos rojos, agarro su mochila y salió de la casa.

Al llegar busco por más de diez minutos a alguno de los chicos, hasta que diviso a Alexander de espalda, rápidamente se acercó y le toco el hombro logrando sobresaltarlo.

-buenos días luna-dijo Alex, un poco preocupado por el hecho de que luna parecía nerviosa- que te pasa-le pregunto

-es que me... me llego una carta y... y-trataba de decir luna mientras tartamudeaba y movía entre sus manos un sobre blanco, el cual se lo extendió a Alex para que lo viera por el mismo-léelo

-hola chicos-dijo acercándose Gabriel junto a Charlotte y Liam, interrumpiéndole a Alexander que apenas iba a abrir el sobre.

-hola-dijeron al unisonó luna y Alexander, haciendo que en el rostro de ambos se hiciera presente un leve color rosa lo cual, hizo que a Charlotte y Gabriel se le pusiera una sonrisa en su rostro como la de la última vez.

-que tienen estos con sonreír como el gato de aquella película?-pensó intrigado Liam, sin pasar de alto el sonrojo de su amigo pero no menciono nada al respecto, tranquilizando un poco a Alexander pues él sabía que cuando su amigo podía parecer la mayoría del tiempo podía parecer alguien tranquilo e indiferente pero cuando se lo proponía podía ser alguien de verdad molesto.

-chicos tenemos problemas-dijo Alexander haciendo que los presentes se pusieran serios al instante, pero cuando Alexander iba a contarles todo sonó el timbre anunciando el comienzo de las clases, a lo cual los del pequeño grupo decidieron hablar en el descanso, a lo que todos estuvieron de acuerdo.

Luna se dirigió al salón de geometría/matemática, mientras que los demás se iban a sus respectivos salones, luna no había mencionado nada ante los chicos pero se sentía vigilaba y eso hacía que se erizara y un sentimiento de temor se instalara en su pecho. Pero este era demasiado leve.

Pasaron las horas y faltaban unos minutos para que el descanso comenzara, Alexander no había leído la carta que le había dado luna, porque creía que era mejor si la leía cuando todos estuvieran para saber el contenido y por qué luna estaba tan nerviosa.

El timbre sonó, a lo cual los chicos salieron lo más rápido de sus salones, para irse al comedor, los primeros en llegar habían sido Liam y Charlotte, los cuales se sentaron lejos de los demás estudiantes.

-tu qué crees que diga la carta-le pregunto Charlotte a Liam

-no sé, Alexander me dijo que la abriría cuando estemos todos-respondió

-mmm... tengo hambre-comento Charlotte, mientras se sobaba la barriga y ponía cara de dolor. Liam rio.

-pues ves a buscar tu comida yo espero, igual los chicos no tardaran mucho en llegar así que apura y ve- dijo mientras Charlotte se levantaba con una gran sonrisa en su rostro, lo cual hizo que apareciera un leve sonrojo en el rostro de Liam, que paso completamente desapercibido por ella.

MI ANGEL DORADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora