capitulo 9

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El boque. Un bosque que era muy conocido para la persona que se encontraba corriendo entre los árboles y arbustos, esquivando raíces y piedras.

-ayuda, ayuda-dijo luna ya sin voz, mientras seguía corriendo.

-no desperdicies las fuerzas que te quedan, Luciana.-dijo una voz gruesa y potente que resonó por todo el bosque.

Cuando llego a un claro encontró aun lobo negro como la noche que la miraba con sus ojos rojos. Se acercó y ella retrocedió con pánico, pero eso no lo detuvo y siguió aproximándose a donde luna, que no se podía mover porque un árbol le quitaba el paso hacia atrás.

-ayuda-dijo balbuceo sin voz.

-no te hare daño...jamás-escucho desde donde provenía el lobo pero entonces... despertó.

-ahhhh-grito luna al despertarse.

-¡luna¡-se escuchó un grito agudo después de un golpe de madera con madera que produjo la puerta al ser abierta. – Ya paso, ya paso, fue una pesadilla pequeña-dijo la mama de luna mientras la abrazaba protectoramente y la arrullaba.

-lo siento-murmuro casi inaudible.

-tranquila, no es tu culpa las pesadillas lo tienen todos- dijo. Después de una media hora sintió un peso en su hombro. Luna se había dormido. Suspiro mientras arropaba a su hija y la miraba con preocupación, después de todo las pesadillas habían comenzado desde hace ya una semana y era el mismo sueño o eso le decía luna.

-no puedo dormir, otra vez-dijo Alexander suspirando.

-¿hermano no puedes dormir?- pregunto Cora entrando a su cuarto con su almohada y bostezando.-oigo como te mueves desde mi cuarto- dijo con una voz cansada y medio dormida. Su hermano la miro preocupada.

-vete a dormir Cora, debes dormir-susurro acercándose a su hermana para abrazarla.

-dormiré contigo, para que te de sueño-susurro.

-ven vamos-dijo mientras arrastraba a su hermana a la cama y la abrazaba, quedándose dormidos.

-que mal aspecto tienen ambos-dijo araron cuando observo entrar a Alexander y luna entrar al colegio. Los dos poseían ojeras notables, sus hombros tensos, sus parpados más o menos caídos y su cabello despeinado igual que su ropa.

-he tenido pesadillas desde semanas-respondió luna mirándolo mal.

-yo no he podido dormir, algo me lo impide-dijo cansado ignorando.

-mmm... ya- susurro araron mientras los miraba-abrácense-ordeno. Luna y Alexander negaron con las mejillas coloradas.

-estamos rodeados de gente-dijo luna ocultando su rostro con un mechón de cabello.

-hágame caso chicos-ordeno nuevamente.

Con duda se acercaron y se abrazaron. Al hacerlo sintieron un gran alivio y todo el peso que llevaban acumulando toda la semana desapareció.

-¿pero...cómo?-pregunto luna aun abrazaba a Alexander.

-simple, nunca lo sufriste en el pasado porque nunca te separaste de Alexander. Lo que sentiste fue tu lado sobrenatural pidiendo a su compañero, es la fuerza suprema que te ata a él o algo así, no estoy seguro.-

-lo que quieres decir es que no se pueden separar por mucho tiempo- aseguro Cora un poco insegura.

-literalmente...si-le respondió.

-y... ¿cuáles serían las consecuencias de estar separados mucho tiempo? – pregunto Charlotte.

-no estoy muy seguro pero creo, que se comenzarían debilitar rápidamente, al punto de poder perder la vida, ¿o eso era cuando una de las partes moría?... no se supone que tú tienes todos los recuerdos de Luciana –señalo a luna. Los demás la miraron incomodándola.

MI ANGEL DORADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora