cumpliendo deseos

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Quirrel confundido seguía siendo agarrado por Ghost, caminaban como con prisa y el pequeño no sabía dónde pero el Ghost parecía que lo tenía bien claro. Entraron en la estación de The last stag. El alto sin soltarle aún su delgada mano, se acercó con más calma a la campana. Quirrel se iba secando las lagrimas sin aun entender nada.

-Ghost *sniff* a dónde vamos?

Ghost sin dar ninguna expresión solo hizo sonar la campana. El eco de la campana desapareció en el profundo y ocuro túnel. Eso hizo llamar a la gran criatura, cual vino con gran velozidad en dónde se le habían llamado. El alto subió primero, una vez sentado encima de la criatura ofreció ayuda con su mano a subir a su compañero. El explorador sin saber su destino, agarró la mano sin miedo. Confiaba en él  plenamente. Ghost en vez de ponerlo en el asiento de atras lo sentó entre sus piernas. Quirrel en ese momento se sentía muy abochornado y engañado. Ghost con sus manos condujo los brazos del otro a que lo agarrara por la cintura, Quirrel tenía la cara tan roja como la papaleta que se había tomado. Una vez colocados, la criatura arranco con gran velocidad. Entraron con velocidad entre los oscuros túneles. Quirrel seguía agarrado a él, podía sentir perfectamente su calor, pero los mil sentimientos confusos que le atacaban al cuerpo lo hacían temblar un poco. Ghost se percató de ello, alzó una de sus manos y la llevo al hombro de Quirrel abrazando lo hacia él, dándole calma y protección. Al final llegaron rápido a ese lugar, los dos bajaron de la criatura, con Quirrel en brazos de su alto compañero.

-Dónde estamos? : Quirrel no se conocía mucho las estaciones, ya que prefería irse de un sitio a otro caminando. Ghost lo guió a fuera de la estación, hacía frío, se oía miles de gotas caer. - La ciudad de las lágrimas!
Ghost sabía lo mucho que amaba ese lugar Quirrel, con su delgada chaqueta lo cubrió de la fría lluvia hasta llegar a uno de los edificios de cristal. Eran unas cristaleras muy antiguas y hermosas, dignas de admirar tanto por fuera y por dentro. Una vez dentro Quirrel aun siendo guiado, entraron en el elevador. Ghost subió la apalanca para ir hacia arriba, hasta llegar al piso de arriba del todo. Quirrel al salir del elevador se llevó las manos a su rostro de la inesperada sorpresa. En esa habitación Ghost había preparado como un gran nido de mantas terciopeladas  granates y unos cojines de color tierra y almohadas negras bien blanditas. Unos pequeños farolillos de colorines colgados desde el techo que daban una luz tenue a la habitación. Lo mejor de todo, era que tenían una gran cristalera cual podían observar toda esa hermosa ciudad desde allí. Quirrel se acercó a la cristalera con entusiasmo, amaba mucho esa ciudad.

-Ghost, esto es... hermoso: Dijo Quirrel sin apartarse de la cristalera ni la mirada de ella. Una de las manos de Ghost se apoyó en la cristalera, acorralando sin maldad al pequeño. Quirrel al sentir esa presencia estraña viniendo de su alto compañero, se giró intrigado. - Ghost?..

Ghost se incorporó despacio sin querer asustar a su querido explorador, hasta quedarse en frente de su rostro, esperando su permiso de éste.  Quirrel volvió a tener un leve sonrojo y cerró sus ojos, dejandose que el otro lo besara suave y tiernamente. El alto con delicadeza, se abrió paso con su lengua a la boca del pequeño. Ghost podía saborear el dulce sabor de la papaleta de strawberry con la saliba de Quirrel, esa mezcla de sabores representaba perfectamente lo igual de dulce que era Quirrel para él. Beso tras beso, Quirrel se apoyo en la criatalera, dejandose llevar por esa extraña magia. Ghost se arrodillo para estar mas a la altura de su amado, continuó besandolo, pero los besos fueron bajando hasta el cuello de Quirrel, haciendo que éste tubiera algunos escalofríos en el cuerpo.

-Ah... Ghost...: No pudo contener Quirrel soltar un pequeño gemido entre temblores. Ghost se sentía que necesitaba más y él también. 

Acto seguido, Ghost empezó a desacerle un poco el kimono por la parte de arriba para darse más paso a sus besos y caricias. El explorador se sonrojó todavía más,  sentía que iba a morir de vergüenza allí mismo, nadie lo habia tocado antes así. Necesitaba más. El pequeño alzó sus manos para apoyarse en los hombros de Ghost, acariciando su nuca y su cabeza con suavidad. El alto quiso pasar otro nivel un poco más alto. Levantó del suelo a Quirrel aun apoyado en la cristalera, sus grandes manos viajaron por debajo del kimono encontrandose con las delgadas piernas del explorador. El ambiente era cálido, cómodo y el unico sonido que se podia apreciar en ese momento era la lluvia caer, al igual como los besos que se entregaban entre ambos.
El alto sin tardar más,  cogió a Quirrel entre sus brazos y lo recostó  en el nido de cojines. Allí se  veía él con el kimono medio desecho por los tocamientos del alto, Quirrel respiraba con dificultad, sus ojos medio cerrado. Como si estubiera echizado por aquellos besos. Ghost no podía verlo más hermoso de lo que se veía en ese momento. Ghost empezó  a desvestirse delante de él,  haciendo que Quirrel con una mano se tapara su rostro y con la otra mano intentando ocultar su timida erección con el kimono. Una vez sin ropa, se asomó hacia él a cuatro patas para retirarle la mano de su rostro. Se llevó su mano de éste a su pecho en pleno silencio, Quirrel pudo sentir y oir los grandes latidos de su amado latiendo con fuerza. Quirrel miró a Ghost con asombro, como podía later tan fuerte un corazón?...y por él! Se preguntaba así mismo el explorador. El alto antes de soltarle la mano le dio un beso a la palma de la mano. Quirrel algo tembloroso se incorporó para darle un intenso beso, dándole a entender que no parase, quería seguir sientiendo sus calidas acarcias. Ghost con el mensaje recibido,  procedió. Una de las manos del alto destapó la inevitable erección de Quirrel, haciéndolo temblar más. Empezaron las acaricicias en esa zona sensible y dura.

Hollow knight- Deseos cumplidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora