Algo extraño en el bosque

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Los últimos rayos de sol del día se colaban entre las hojas de los tupidos árboles del húmedo bosque. El silencio reinaba en aquel momento, interrumpido tan solo por el sonido del viento sacudiendo las copas de esos gigantes de madera, y el cantar de algún que otro pájaro, anunciando, seguramente, la hora de dormir. yo me encontraba tendido en el suelo, boca abajo, sosteniendo mi rifle, mirando en dirección al norte. A pocos metros de donde me encontraba, se hallaba Thomas,mi hermano, amigo de toda la infancia y compañero de caza, camuflado con las altas hierbas, y sosteniendo su propio rifle, mirando un poco hacia el este.

-Ya casi es de noche- dice, mientras calibra su mira- la luz ya escasea, debemos encontrar un maldito ciervo antes de que nos quedemos completamente a oscuras.

-lo se- contesto- ¿si que se hacen rogar eh?

A lo que contesta con un suspiro, y una leve sonrisa de lado. El cansancio se refleja en su cara. Estuvimos desde la mañana en aquel bosque esperando por nuestra presa. Thomas y yo, somos cazadores aficionados, sólo cazamos por el placer de hacerlo, y tenemos toda una colección de nuestros trofeos en casa, aprendimos el amor por la caza como una especie de herencia de nuestro padre, quien fue un reconocido cazador, el nos enseñó todo lo que sabemos. Falleció hace poco mas de tres años, y desde entonces, Thomas y yo, nos hemos propuesto dar caza al solitario ciervo que habita en el bosque Tallwood, ubicado a unos pocos kilómetros de donde vivimos. Mi padre lo llamaba, "el ciervo solitario", pues era, al parecer, el único ciervo que habitaba aquellas tierras.

-Es un ejemplar hermoso Dustin- me dijo una tarde- es una joven ciervo hembra, completamente blanca, la vi cuando estaba regresando a casa, quedamos a unos escasos metros de distancia, la mire a los ojos, y ella a mi, en ese momento supe que tenía que ser mía.

Todo ese año, se dedicó exclusivamente a conseguir ese ciervo, pero sin éxito. Un año más tarde, falleció, y tanto mi hermano, como yo, sabíamos que algo de su vida había quedado pendiente, pues él, quería conseguir ese ciervo. Un mes mas tarde, nos encontrábamos con mi hermano, durante el fin de semana, buscando a ese animal, aunque también sin éxito. Han pasado un par de años, y allí estamos otra vez, en el mismo bosque en el que nos vemos todos los fines de semana, en busca de aquel ejemplar. Jamás hemos visto a ese ciervo, sin embargo, sabemos que está allí, pues hemos encontrado huellas en el suelo, y demás señales.

Miro otra vez a través de la mira de mi rifle, buscándola, aunque no la veo. De repente, sucede, giro un poco hacia mi izquierda, y veo un movimiento. La encontré. 

-La veo- le digo a Thomas- allí está- marcándole el lugar

A cientos de metros de donde nos encontrábamos en aquel momento, estaba viendo a aquella delgada criatura, con su figura escultural, su blanco pelaje reluciente, mientras inclinaba su delgado cuello hacia un estanque donde bebía agua. Era hermosa. La luz era mínima, el último rayo de sol se escapaba. De pronto estábamos en total oscuridad en medio de Tallwood.

-Mierda- dice Thomas- ya no puedo verla bien, ¿tú?

-Tampoco- digo mientras ajusto mi mira

En ese instante, veo un rayo de luz proveniente desde donde se encontraba, hace apenas unos instantes aquel majestuoso animal. La luz se hace cada vez mas intensa. Logro distinguir luces circulares que giran al rededor del ciervo, formando una especie de remolino en torno a él.

-¿Estas viendo lo mismo que yo, verdad?- le pregunto a Thomas, siento que mis ojos están a punto de salir de mi cara por el asombro, mi respiración se ha vuelto muy pesada.

No puedo despegar la vista de aquel ciervo, quien ahora está envuelto en luces, pero imagino que la cara de mi hermano, es parecida a la que tengo yo en este momento, de completo asombro. Thomas no contesta. De pronto, el silencio se interrumpe por la voz de mi hermano.

-La tengo en la mira Dustin, puedo hacerlo, le voy a disparar- me dice mientras se acomoda para llevar a cabo el disparo

-¿Qué?- le digo- Thomas, no podemos matarlo, está... está... está brillando, ¿crees que eso es normal?

-Por mi, podría estar volando, no me importa, es lo que papá quería, es el ciervo del que tanto nos habló, y el que hemos estado buscando desde hace años, no voy a desperdiciar ésta oportunidad- dice él, al tiempo que acomoda su dedo sobre  el gatillo

-Thomas NO- le grito, mientras posiciono mi rifle nuevamente, apuntando hacia el animal, que está envuelto en luz, para poder verlo, de pronto, entre aquel torbellino de luz, veo asomarse una mano, una mano humana. Mi asombro crece todavía más, si es que es posible.

El torbellino de luz, comienza a moverse verticalmente, adoptando una figura similar a la de un cuerpo humano, de pronto, observo bajo toda esa luz, a una persona que se incorporaba lentamente. No logro distinguirla exactamente por toda la luz que la rodea, pero estoy seguro que se trata de una mujer. Sus largas piernas se apoyan firmemente sobre el húmedo suelo del bosque Tallwood, y una larga cabellera blanca y reluciente, cae perfectamente detrás de ella, hasta la altura de la cintura. Parece que viste algo parecido a un vestido hecho con la piel del ciervo blanco.

Siento mi respiración agitada, y el corazón latiendo a mil kilómetros por hora. ¿Qué es lo que acaba de pasar?. Lentamente la luz va desapareciendo poco a poco, a su alrededor, hasta que ya no puedo ver nada. Busco en la oscuridad a mi hermano.

-¿Thomas?- le digo

-¿Acaso ese ciervo acaba de convertirse en una mujer?- responde confuso, con un deje de lo que se asemeja a miedo en su voz

-E- eso creo- respondo, sin poder salir de el asombro

-Esos hongos que comimos eran venenosos ¿cierto?, -espeta Thomas de repente, incorporándose- lo sabía, sabía que no tenían buen aspecto, no se por qué confié en ti, es decir, ¿desde cuando eres experto en hongos eh?. Ahora estamos aquí, alucinando, solos en el medio del bosque, Y DE NOCHE.- hace una pequeña pausa- Espera, ¿En verdad estás aquí verdad?. Tal vez estoy loco, y tu ni siquiera estás en esta bosque, o tal vez, se trate sólo de un sueño. Sí, eso tiene sentido.- dice finalmente, con un tono de satisfacción.

-¿Terminaste Thomas?- Le digo con resignación

-¿Eh?. Sí, eso creo representación de Dustin

-No soy una representación, Thomas,-le espeto- y eso que viste, que VIMOS, sí sucedió. Al menos yo también lo vi. Y estoy completamente seguro de que esos hongos no eran venenosos. Mira,- le digo mas calmado, mientras paso mi mano derecha por mi cabello, acomodándolo- yo tampoco entiendo que es lo que acaba de pasar, y si te soy sincero, me asusta un poco, pero de algo estoy seguro, y es que no pienso quedarme más tiempo en este bosque en completa oscuridad, mejor vayámonos a casa, y luego discutimos lo que vimos, o lo que creímos ver, o lo que sea ¿si?

-Sí- se limita a decir Thomas, mientras comienza el camino de vuelta hacia la camioneta.

La guardiana del bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora