Cap 23: El tiempo pasa, y con el mi corazón sana

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CANDY POV: 


Han pasado exactamente 10 meses de la partida de mi padre y Susana, y estoy aquí en  mis raíces donde todo inició, mis primos me habían dicho que la casa y todo seguía estando a mi nombre como alguna vez mi padre se los encargó, estoy al pie del p...

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Han pasado exactamente 10 meses de la partida de mi padre y Susana, y estoy aquí en  mis raíces donde todo inició, mis primos me habían dicho que la casa y todo seguía estando a mi nombre como alguna vez mi padre se los encargó, estoy al pie del portal de las rosas, y no puedo dar un paso mas, mi cuerpo no quiere avanzar, veo las rosas en su máximo esplendor, el sol encima de mi, justo el clima como me gusta, pero no están las personas que quiero aquí para recibirme.

Volteó y veo a mi familia igual de tristes que yo, Edward se acerca y me abraza, Terry está con una de mis sobrinas de la mano al igual que Anthony, mirándome fijamente. 

Alice se pone a mi otro costado y me dice: Candy, es momento de entrar, no estas sola.

Asentí con pesar y avance de forma pausada, hacia el lugar que por muchos años lo llame casa, pero sin mi papá y sin Susy aquí no es lo mismo, detrás de nosotros estaban Emmett y Rose, Jasper y Bella, Annie y Archie, Stear y Patty, y muchísimo mas atrás, se encontraban Anthony y Terry llevando a mis sobrinas de la mano.

Al llegar a la puerta, me abrió el ama de llaves, al verme lo único que hizo es abalanzarse sobre mi y darme un efusivo y cálido abrazo, yo le correspondí y llore en su hombro, realmente la había extrañado y no solo a ella, sino a todos los que estaban en casa, el jardinero, el panadero y quienes mantenían mi casa limpia y acogedora, a cada uno de ellos abrace y presente a todos mis recién llegados familiares.

Mientras todos se presentaban unos a otros, decidí volver a salir y observar mi rosal, mi jardín bello que mi papá tanto amaba, camine lentamente por allí, antes solo habían rosas blancas y rojas, pero ahora habían celestes, amarillas, fucsias, y negras, cuando volteo, me di con la sorpresa de que me había alejado mucho de la puerta principal y sin mas me quede observando todo desde allí, sobretodo esa puerta que era donde encontraba a mi papá sonriéndome y llamándome para que entrará a almorzar con él.

Fije mi vista una vez mas en la puerta de mi hogar, y sentí por una milesima de segundo que mi papá abriría la puerta y me llamaría, pero las cosas no serán así jamás, suspiré y nuevamente las lagrimas me traicionaron.


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