¡No, Mamá! Hola, Papá

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Ana

Estaba regresando a casa luego del colegio. Que emoción es el último año, aún no lo creo; solo falta una semana y termina el ciclo lectivo.
Pero mi corazon no estaba en paz, aún lo extraño, quiero ver a Martin. El era un chico de mi edad, me enamore de el a penas lo ví, sentí como si lo conociera pero el dijo que nunca me había visto. Justo eramos compañeros así que de a poco fuimos entablando una amistad y luego algo más, nos convertimos en novios. Aún recuerdo cuando me alejé de él, muy dentro esperaba que me pida que no me vaya pero se quedo ahí sin prestarme atención. Solo 5 meses salimos, pero lo amaba como si lo conociera de toda la vida, ya pasaron 2 años de aquello. Me mudé de ciudad, cambié de numero de celular, cerré todas mis cuentas de redes sociales y abrí otras pero no con mi nombre completo. Hasta ahora no lo volví a ver.

Mis padres se separaron por lo que sé, mamá nunca me habla de eso... Dijo que me abandono asi que no pregunté más.
A mis 12 años tuve un accidente automovilístico, nada grave pero me golpeé la cabeza, perdí la memoria. Mi madre aún no quiere contarme quien es el nene con el que a veces sueño, dice que era un amigo mío que vivía al lado de mi casa, pero no es convincente cuando lo dice. Porque siento un cariño inmenso cuando pienso en él.

Debído a que tiene cancer tuvo una recaída y la llevé al hospital. Los médicos me dijeron que faltaba poco, no quería perderla, era la única en mi  familia, lo único que tengo. Las veces que me rompieron el corazón, los días en que me matrataban en la escuela. Ella cuidandome hasta las tantas de la noche. Sin darme cuenta mis lágrimas comenzaron a caer, ella fue despertandose poco a poco. El médico entró y le dió el parte médico mirándome con lástima.
En cuaquier momento mi madre podría desvanecerse en mis brazos y no había nada que pudiera hacer. Me sentía tan impotente.

- Todo estará bien, lo único que lamento es no haberte podido dar una mejor vida, perdon por no hablarte de Él- me dijo con lágrimas recorriendo su pálido rostro.
- Má de eso no tenes porqué preocuparte mientras sigas a mi lado no importa donde vivamos- no terminé de hablar porque le comenzó a faltar el aire.

Mi madre falleció sin que los doctores puedan hacer algo. Me sentí gris, perdida, ya no tenia nada.

Me ví obligada a buscar a algún familiar de mi madre y descubrí que estuvo casada desde antes de mi accidente. Podría ser mi padre. Esa idéa me alegró un poco, conseguí su nombre y vi una foto suya de joven. Busqué por facebook y encontré a alguien similar un poco más avenejentado que en la foto. Le envié un mensaje preguntandole si estuvo casada con Lia Gonzalez.  Tardó 1 hora en conectarse y contestarme.
-Sí, ¿cómo sabés eso?
-Soy su hija- le respondi con lagrimas en los ojos.
Luego de aquello arreglamos vernos en el cafe de una estación de servicio para hablar del tema. Cada uno llevó sus respectivos documentos y fotos.

Ese hombre llamado Juan ordoñez era mi padrastro en realidad, antes que pasase el accidente el me cuidaba junto a mi mamá desde mis 2 añitos. Se veía el cariño que me tenía en los ojos, me ofreció vivir en su casa junto a su mujer Rose, luego la conocí, una señora elegante, cabello corto y rubio, fria pero amable.
Forzosamente tuve que hacer las maletas y aceptar la propuesta pues el alquiler en el que estaba con mi madre expiró y yo no tenía trabajo.
Era una casa quinta, grande y muy linda un estilo anticuado pero sin dejar de ser elegantemente llamativa y algunos toques modernos, tenía un jardin de todo tipo de flores y bastante alta por lo menos 3 pisos.
- Vení , pasá, ésta es tu nueva casa mijita- Esa forma de llamarme me hizo sonreir.
- No lo puedo creer, me siento como un sapo de otro pozo- dije encogiendome de hombros justo cuando alguien me abrazó desde atrás.
- ¿Quién sos?- me sobresalté.
- Te extrañé hermanita linda- me dijo éste.
Me aparté bruscamente sin saberlo y lo miré. No sabía quien era pero su nombre salió de mi boca.
- Emanuel - no lo conocía, ¿Cómo era posible?
- Si soy yo - y entonces me abrazó nuevamente mientras a mi mente le caían llegaban imágenes a su lado durante mi niñez.
-Bueno mijita hay otra personita que te quiero presentar- dijo mi padrastro, mientras de a poco iba recuperando parte de mi pasado- él es Alex mi hijo con el que te la pasabas todo el día cuando eran chiquitos- los ojos de ese chico se abrieron como platos al igual que los míos.
-Martín- grité preguntando sin prestar atención. Él se limitó a correr  hacia mí y rodearme con sus brazos musculosos, al mismo tiempo que me besaba, era tan oscuro y doloroso ese contacto, entonces nos dimos cuenta de nuestro entorno y la situación. Recuperé la memoria al oir su nombre y ver su cara sin los pircings de antes ni el peinado raro que siempre usaba cuando salíamos. Sí el había sido mi novio.

Clasificando amoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora