El día que la luna desaparece

Capítulo 3

Era miércoles cuando te conocí. Eran aproximadamente las 10 de la mañana, hacia un clima cálido, las nubes se veían como grandes algodones de azúcar, de esos que cuando un niño ve se le lleva la boca de agua y pide uno a sus padres. El sol era un perfecto círculo redondo, estaba visible pero no era como un sol de verano a medio día, era uno como de otoño que disfrutas con su presencia. Tu estabas en busca de algo para escapar de la rutina en la que se había vuelto tu vida, luego de algún idiota (que en gran medida era mejor que yo) te rompiera en dos las esperanzas. Llegó tu mensaje a mi celular y a pesar de que era algo que no imaginaba que necesitaba, pronto entendería que era algo vital para mi.

-Hola, mucho gusto soy Alejandra Suarez.
- Hola, ¿que tal? ¿Por qué tan formal?
-Sólo me presento, como me enseñaron.
- Disculpa, Soy Simon Valdes, ¿a que te dedicas?
-Estudio leyes y ¿tu?
-Soy chef.

Esa fue nuestra primera conversación por tu número de teléfono, antes ya me habías hablado por el chat de otra persona, la cual tenía algunas deudas pendientes conmigo y sabía perfectamente que dándome algo de compañía podría saldar de alguna manera su cuenta en rojo conmigo.

Hablamos un poco de tu vida y la mía, de tus gustos y mis gustos. Solo había un pequeño defecto, en casi todos los detalles te mentí. No te mentí en lo que era mi esencia, lo hice en cosas que para el mundo superficial (palabras que añadí a mi diccionario por ti) eran importantes, pero alguien como vos no hace parte de las personas del mundo, tu haces parte de una categoría superior. Tu eres arte, pero no el arte que puedes percibir con los sentidos, tu eres el arte que es necesario cerrar los ojos y abrir el corazón para poder apreciarlo.

Contigo no era complicado hablar, las palabras simplemente fuian y la conversación parecía nunca tener fin, desde un inicio me dejaste claro que no querias algo formal, simplemente estabas buscando alguien con quien liberar el cuerpo, tener sexo.

-No quiero nada serio, solo sexo.
-Wow que directa.
-Siempre lo soy y me gusta dejar las cosas claras desde un inicio.
-Okay y ¿como llegaste a esa conclusión de solo sexo?
-Es que estas muy comestible, eres como una hamburguesa que cada vez que ves le dan ganas de comertela.

Quien iba  pensar que de después de dejar las cosas claras íbamos a terminar haciendo y sintiendo todo eso que dijimos desde un comienzo que no.