Capítulo 31

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Jazmín

El mejor despertar que podía haberme regalado Florencia había sido este, si bien me gustaba verla dormir en mi pecho y sentir su respiración contra mi piel mientras lucia como un ángel, me encantaba que tomara la iniciativa y sea ella quien me domine en la cama y desprenda su fuego como tal demonio.

Admito que no era frecuente que yo reciba placer por parte de las mujeres con las que me acostaba para mí era suficiente oírlas gemir y terminar gracias al placer que les brindaba, tenía que estar totalmente rendida ante la persona con la que compartía la cama y Florencia era una de las primeras que me hacía sentir segura y con la que me animaba a probar cosas diferentes.

Florencia Estrella se había apoderado de mí, de mi cuerpo, de mis sentimientos, de mi control. Era la persona correcta. No quería dañarla, quería cuidarla y me había puesto en mente que sería la madre de mis futuros hijos, sentía amor.

Después del encuentro que había tenido con Florencia, decidió ir a encontrarse con una de sus hermanas que estaba en New York de visita y me dejó sola en casa, era increíble la capacidad con la que lograba hacer que la extrañe. Decidí invitar a Javo a comer, hace un par de días que había llegado a la ciudad por motivos de trabajo y cómo iba a perderme esta visita sorpresiva. Preparé algo de comida para los dos mientras llegaba.


-¿Entonces el hijo del marido de Florencia es el hijo de Elena?

-Sí, yo todavía no caigo Grace.

-Pero qué pequeño es el mundo.

-Sí, cuando la vi ahí a Elena parada pidiendo disculpas por que su hijo nos había lanzado una pelota, créeme que me impactó.

-Pero.. tú, ¿Qué sentiste al verla? ¿Te pasaron cosas?

-No, bueno... no sé.

-¿Cómo que no sabes?

-Tú ya sabes lo que me pasa con Elena.

-Vamo... todavía con Elena.. Jazmín.

-Pero no es que siento que la amo o que la quiero como antes, siento como que el ciclo que teníamos sigue abierto y tengo la necesidad de cerrarlo.

-Y bueno, deberías evitar pensar en eso Juanca. Piensa en que ahora la tienes a Florencia y que la tienes aquí, ahora, entregandote todo. Y cuando digo todo, me imagino que debe ser todo, ya sabes... - comenzó a hacer señas con los dedos en forma de tijeras mientras sacaba la lengua de una manera ordinaria.

-¡Ay! ¡Ordinario!

-Se te nota en la cara que hace rato que estás comiendo frutos directo del árbol, que le estás dando duro a la masa.

-Ah vos no tenes abuela... - contesté cansada.

-Mira Jazmín, el consejo que yo te doy es que dejes a Elena de lado y que vayas para adelante con Flor, es una buena mujer, te quiere bien, te coge bien porque si no, no tuvieses esa cara de ganador ¡papá!

-Javier hoy has estado más intenso que nunca. Solamente quisiera hablar con Elena un momento y entender por qué hizo lo que hizo, es todo.

-Uh no... hace lo que se te cante mamita, sos muy vueltera vos. Yo ahora me voy fue un lindo momento acá nosotros dos pero ya me tengo que ir. Trata de hacer lo que te dije y no lo pienses mucho sí.


Florencia

Virginia me había avisado que vendría a New York y que estaría un par de días aquí y cuando le dije que yo también estaba acá nos pusimos de acuerdo para vernos en algún café, yo no conocía a la ciudad y decidí tomar taxi pero Jazmín no me lo permitió y ahora me encontraba paseado en una gran limusina por toda New York.

Apenas llegué al lugar busqué a Virginia con la mirada, no lograba reconocerla hasta que la pude divisar a lo lejos hablando por teléfono.

-¡Hey!

-¡Hola!

-Te extrañé, mucho, mucho. - gritamos a coro.

-Estás muy hermosa Virginia.

-Ay tú también hermanita, mirate eres toda una mujer.

-Vir crecí hace mucho...

-Sí pero un poco me perdí de eso, para mi seguías siendo una bebé.

-Ay Virginia hace dos años solamente que no nos vemos.

-Lo sé, lo sé es sólo que ya sabes...

-Tranquila, yo también te extrañé muchísimo.

-Bueno, no nos pongamos sentimentales ahora y cuéntame, ¿Qué tal todo?

-Pues, sí todo bien... - contesté.

-¿Sí? ¿Y Dany cómo está?

-No estoy más con Dany.

-¿Qué?

-Sí, decidí que no podía seguir viviendo con una persona que no amaba, el ambiente entre ambos era tóxico.

-Pero, ¿Tú estás bien?

-Sí, más que bien. - respondí mientras pestañeaba.

-¡Ah bue, ah bue! Esa carita yo la conozco.

-¿Qué carita? - contesté aguantando la risa.

-Esa.. ya dime con quien estas saliendo Florencia, vamos te conozco.

-No... con nadie. Sólo estoy muy feliz.

-Pero eso a quién se lo debemos, dale ya cuéntame soy tu hermana.

-Está bien, pero si te cuento, ¿prometes que no me vas a juzgar?

-Sí Flor, pero dale no me asustes.

-Estoy saliendo con una mujer...

-¿Una mujer? Bueno... y ¿quién es la afortunada?

-Se llama Jazmín del Río y es hermosa.

-Sí a ti te hace feliz, a mi también me hace feliz que estés con ella, no sientas vergüenza ni dejes que nadie te lo arruine ¿sí?

-Gracias Virginia, no sabes lo bien que me hace escucharte decir eso. Estaba muy nerviosa pensando como te lo ibas a tomar.

-Flor sabes perfecto que siempre te voy a apoyar en todo y si esa tal Jazmín te hace tener esa cara de enamorada que tienes ahora, créeme que ya la estoy queriendo como cuñada.

-Ay, te quiero mucho hermana. - me levanté y la abracé.

-Yo también te quiero mucho hermanita.

Virginia siempre fue protectora conmigo, más que mi hermana mayor era como mi mamá y tenía mucho miedo en como fuera a reaccionar ante esta confesión pero la verdad me sorprendió mucho. Ella tenía que irse a atender un caso entonces decidí quedarme un rato más en la cafetería, cuando de pronto vi entrar al hijo de Daniel y detrás de él a su madre.







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*Capítulo  2/5*

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