Capítulo 21: Confía en ellos

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Tras el mismo hábito de siempre, la misma rutina de ir cada uno a su lugar correspondiente, cada miembro de la familia realizaba sus tareas. Y en la escuela de Julia, a la hora del patio...

Julia: Hola Solosis.

Solosis: Hola Julia. ¿Qué tal estás?

Julia: Bien. Gracias a tu ayuda y la del equipo de mi padre estoy muy bien.

Solosis: Me alegro, pensaba que no volvería a verte.

Julia: ¡Es verdad! Al final te han dejado seguir viniendo.

Solosis: ¿También te han permitido seguir viniendo?

Julia: Pues sí. Aunque mi madre estaba muy triste por lo que me podría haber pasado.

Solosis: Vamos a prometer no meternos en más problemas.

Julia: Prometo no meterme en más problemas, pero si los problemas vienen, me encargaré de ello.

Solosis: No digas eso, no quiero que vuelva a pasar algo así.

Julia: ¿Recuerdas la amenaza que asoló la ciudad y que fue detenida por mis padres?

Solosis: Oí hablar de ello, aún no había nacido.

Julia: Mi padre apoya mi decisión de querer enfrentarme a los problemas. Y entre tú y yo, me está entrenando cada noche.

Solosis: ¿Te obliga?

Julia: No, fue decisión mía, él me ayuda. Y quería preguntarte algo.

Solosis: ¿El qué?

Julia: ¿Quieres entrenar tú también?

Solosis: ¿Entrenar? Ahora que lo dices, mi sueño es pertenecer a un equipo explorador.

Julia: ¿Un qué?

Solosis: Es algo parecido al equipo de tu papá. Solo que viajan libremente en busca de misiones, secretos o lugares a explorar.

Julia: ¡Guau!

Solosis: Y algún día lo conseguiré.

Julia: Bueno, pues ahora hagamos otra promesa: prometamos formar algún día nuestro equipo explorador juntos.

Solosis: Prometido.

Julia y Solosis estaban decididos a luchar por sus objetivos, unidos por la amistad y motivados por ser más independientes, esperaron impacientes que acabase la tarde para ir a entrenar. Mientras tanto, en el Bar SpinDos...

Mismagius: Chica, otra vez tienes mala cara.

Paula: Mi niña ha estado al borde de la muerte, y ni ella ni mi marido parece que les importe.

Lilligant: ¿No hacen nada al respecto?

Paula: Julia dijo que quería entrenar, pero es demasiado joven.

Lilligant: Te entiendo, mi Petilil también es solo una semillita, y me marchitaría de la pena si algo le pasara.

Mismagius: Pero no puede ser siempre así, nuestros hijos, tarde o temprano, deben valerse por sí mismos.

Lilligant: Exacto, y deberías sentirte orgullosa de que Julia quiera dar ese paso.

Paula: ¿De veras?

Mismagius: Pues sí. Hasta puede que lo haga por ti.

Paula: ¿Por mí?

Mismagius: ¿Y si lo hace para que no te preocupes cuando haya más problemas?

Paula: No lo había pensado.

Lilligant: Pues nada, compañera. A rendir toca.

Paula: ¡De acuerdo! ¡Por mi niña!

La preocupación de Paula se redujo en gran medida, más sin embargo, en el fondo, no daba por definitivo la independencia absoluta de Julia. Y al terminar la jornada de Paula, al ir a recoger a Julia al colegio, le preguntó acerca de su entrenamiento.

Julia: ¡Hola, mamá!

Paula: Hola tesoro, ¿has pasado un buen día?

Julia: Sí, y cuando vuelva papá me llevará a entrenar.

Paula: Sobre eso, háblame de tu entrenamiento.

Julia: Um, vale.

...

Paula: Ya veo, ¿y donde entrenas? ¿Puedes llevar a mamá allí?

Julia: Sí.

Durante el trayecto, Paula no habló con Julia, reservaba las palabras cuando llegasen, hasta entonces se mantenía aferrada a ella. Y al llegar al descampado, Paula tuvo una conversación con Julia.

Julia: Es aquí.

Paula: Ya veo. ¿Y cómo entrenas?

Julia: Papá me ayuda.

Paula: Papá solo podía ayudarte ayer, a partir de hoy te entrenaré yo.

Julia: Vale.

Paula: Pero antes tienes que pasar una prueba.

Julia: ¿Una prueba? Pero si he entrenado poco.

Paula: La prueba no requiere luchar con el poder del combate, sino del corazón y la sinceridad.

Julia: ¿Qué?

Paula: Espera un momento.

Paula detuvo su conversación con Julia para contactar mentalmente con Joaquín, que estaba aún de servicio en la Agencia Magnezone.

Pablo: Bueno Joaquín, ¿esperabas esto en el ascenso?

Joaquín: No pensaba que el ascenso aumentaría la cantidad y la dificultad del papeleo.

Bisharp: Bienvenido a la realidad.

Pablo: Que raro suena eso.

Bisharp: Lo raro es que os hayan ascendido.

Pablo: Pero si tú fuiste el que menos progresó en la misión.

Joaquín: Bueno, calmaos, aún tenemos trabajo.

Pablo: Cierto.

Joaquín: Esperad, tengo un mensaje.

Bisharp: ¿La mensajería Unfezant viene?

Joaquín: No, es una conversación telepática.

Bisharp: ¿Qué tontería es esa?

Pablo: Le llama un familiar suyo.

Bisharp: Oh, que tierno.

Paula: ¿Hola? ¿Joaquín? ¿Estás ahí, cielo?

Joaquín: Sí, te recibo. ¿Qué quieres? Aún estoy trabajando.

Paula: Es sobre el entrenamiento de Julia.

Joaquín: ¿Lo sabías?

Paula: Sí, sabía que hablabais en serio, pero estoy dispuesta a ayudar.

Joaquín: Gracias.

Paula: No he terminado. Lo haré dependiendo de lo que me contestéis a mis preguntas.

Joaquín: (suspiro) De acuerdo.

Paula necesitaba disipar toda nube de duda y preocupación de su corazón. Las respuestas de Joaquín y Julia iban a ser cruciales para su decisión.

Pokémon Mundo Misterioso: Nuevo LegadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora