Mal entendido

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Una vez dentro del departamento Midoriya observo todo muy atentamente y por su cabeza pasó el pensamiento de que Shoto era bastante ordenado.

La sala estaba pintada de un color blanco, el suelo era de mármol del mismo color y las cortinas que cubrían las ventanas de tamaño mediano eran de un tinte bordó que contrastaba a la perfección con la luminosa habitación. El sofá tenía la capacidad para tres personas con el mismo bordó pero más claro sin llegar a ser rojo. La mesa de roble frente al mueble llevaba un centro de mesa floral, cosa que llamó la atención del pecoso ya que parecían muy bien cuidadas. Luego de una tele plana a la pared pero sin llegar a ser tan cara a su parecer, divisó un pasillo medio largo. Dentro de este se hallaban cuatro puertas. Luego otra puerta sin pasillo se encontraba a su izquierda, supuso era la cocina.

A pesar de parecer grande la casa era bastante acogedora.

- Linda casa

- Gracias -el mitad-mitad carecía de platica, era demasiado cortante-.

Izuku prefirió no hablar, parecía que el silencio daba tranquilidad a su nuevo acompañante.

- ¿Quieres algo para tomar? -antes de todo iba su cortecidad, Shoto podía ser de todo menos un mal educado-.

-  S-Si, un vaso de agua basta... -el pecoso estaba nervioso, la duda existencial de ser una molestia lo carcomía-.

- Esta bien, tu habitación es la última del pasillo. Si quieres ve y te llevaré tu vaso con un cambio de ropa

- Gracias Todoroki-Kun y lamento ser una molestia -no controló sus palabras y se arrepintió demasiado tarde-.

- No lo eres, si te invite no fue por compromiso, sólo quise hacerlo porque te entiendo -su frase fue desconcertante para cierto peliverde que no entendía cómo alguien con una casa así y ropa bastante elegante, si se podía decir de alguna manera, decía entender su situación-.

- Pe- -frenó, no quería sonar irrespetuoso con quien lo acogió de tan buena pero medio cortante manera-.

- ¿Qué?

- P-¡Pelo! ¡me gusta tu pelo! -algo tenía claro Midoriya. No servía para mentir-.

- ¿Pelo? -sin comprender, inocentemente ladeo su cabeza y tocó sus cabellos. Se veía malditamente tierno-.

- Que tu pelo es lindo... -debía seguir su mentira, aunque no lo era mucho. Esas hebras bicolor eran hermosas- mientras que tu lado derecho relaja el izquierdo descontrola llamando la atención, son colores muy llamativos y hermosos

- G-Gracias... -el ojiesmeralda nunca lo entendía, además de no darse cuenta. Sus palabras lograban diferentes sentimientos en sus receptores y eso incluía al inexpresivo de Shoto Todoroki, que se encontraba con los ojos abiertos de la sorpresa pero sin exagerar y un tenue, casi invisible, color carmín maquillaban sus mejillas por la sangre subida a estas-.

- ¡B-Bueno! iré a la habitación -y tras lo dicho no esperó una respuesta antes de salir corriendo con sus pómulos demasiados rojos por la vergüenza-.

Mientras los dos acomodaban los pensamientos volantes en su cabeza, se acordaron de sus tareas y fueron desesperados a cumplirlas. El bicolor servía el agua mientras que el pecoso se cambiaba. Mucha fue su sorpresa al escuchar la puerta ser tocada y responder un pase sin medir las consecuencias de sus palabras y actos.

- Midoriya... ¿Qué son esas cicatrices? -Todoroki no era curioso, pero la espalda marcada por heridas del peliverde lo alertó-.

- ¿Cicatrices? ¡¡AH!! ¡N-No es nada! -intentó ponerse lo más rápido que pudo la remera, pero no contaba con la agilidad del heterocromático-.

- Déjame ver 

Fueron sus palabras antes de tocar la que parecía ser más reciente, razón de que Izuku diera un pequeño brinco ahogando un quejido de dolor. El mitad-mitad no lo pensó mucho y arrastró al ojiesmeralda al baño y sacó un par de cosas para curarlo.

- No hace falta Todoroki-Kun, pronto se cerrará

- Pero mientras no lo haga ¿andarás con la herida abierta al aire libre sin un vendaje? Es peligroso y lo sabes

- Pero-

- Nada, lo curaré y luego te dejaré

- ... Con una condición

- ¿Cuál?

- Que no preguntes sobre esto, cuando llegue el momento te contaré, pero ahora no lo es -Midoriya estaba serio, pero era porque no quería mostrar su nerviosismo y miedo-.

- ... ¿Pero me contarás?

- S-Si

- Hecho -no tenía prisa, solo quería que ese cuerpo frente a él una vez curado tenga la confianza suficiente sobre él para poder contarla-.

Una vez curadas las heridas todavía abiertas Shoto le pasó la remera al pecoso y este se la puso. Se veía demasiado adorable y tierno con  los pantalones grises arrugados en sus pies y la remera manga larga de color verde que de igual forma en las extremidades estaba arrugada y en el cuello dejaba expuesta su clavícula.

- Que lindo... -pensó el heterocromático ante tan bella vista-.

- B-Bueno, iré a dormir, hasta mañana Todoroki-Kun

- H-Hasta mañana Midoriya

Tartamudeó, lo hizo dos veces en un día. Izuku sintió incomodidad y decepción, parecía que a veces su presencia incomodaba al bicolor.

Evitó ese pensamiento, esa noche estuvo llena de mal entendidos y no quería causar otro. 

- Seguro sólo pensaba en otras cosas y se avergonzó de irse de tema -los pensamientos de ese pequeño pecoso eran muy inocentes-.



¡Hola! lamento tarda, pero la escuela es muy molesta al momento de querer escribir. ¿Qué les pareció? ¿Muy corto? Lo se y perdón.

Bueno, nos vemos cuando actualice y espero les haya gustado.

Chao~~



Se mi cura -Tododeku-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora