Ese día estaba lluvioso, el día era una de esos como para quedarse en cama, ver televisión y tomar chocolate caliente arropada con la cobija más calientita que tengas. En todo el camino vimos diferentes paisajes pero cuando empezó a llover tuvimos que pararnos a tapar todo con una lona, y seguir el camino para llegar a Boston. Por fin llegamos fue un viaje largo pero llegamos al fin. Nuestra casa era grande, tenía dos pisos, delante tenía un pequeño jardín con la grama marrón por falta de riego, tenía un pequeño vivero donde todas las flores estaban muertas y solo quedaban los tallos secos de ellas, parecía que no había sido habitada en mucho tiempo.
Entramos a la casa de prisa, pues estábamos cansados del viaje, rápidamente entramos todas las cajas y armamos la cama de mis padres por ser la más grande, en eso nos cayó la noche. Tocaron la puerta -- tun, tun, tun!! Todos nosotros nos asustamos porque la puerta sonaba un tanto extraño, papá se fue y abrió la puerta y se encontró con una señora, ella era alta, rubia con los ojos verdes y con un tanto de simpatía que a la vez era aterradora, con ella iba una niñita rubia pero con los ojos marrones, ella estaba un tanto incómoda porque estaba detrás de su mamá cómo asustada o con miedo a que nosotros le hiciéramos algo. En eso la madre dijo -- Hola, soy Indira Brown, y ella es mi hija Karla. Le traemos esta canasta con comida porque creo que no habrán tenido tiempo para hacer la cena, por eso trajimos esto!! Espero que les guste!!
Mi papá llamo a mi mamá y le dijo con un tanto de carisma y agradecimiento -- cariño, ven a ver, los vecinos nos han traído comida!! Mi mamá se acercó un tanto desconfiada de los vecinos, mi papa nos abrazo a ambas y nos dió un beso en la frente a ambas y dijo con una simpatía un tanto extraña pero era normal en mi papá pues el era el hombre más feliz de mundo -- Bueno, yo soy John, ella es Virginia, y está chiquita de aquí es Álex, y somos los pines, mucho gusto!! Ellas se despidieron, dieron la espalda y se fueron a su casa, nosotros cerramos la puerta y nos dispusimos a abrir la canasta cuando la abrimos nos llevamos una sorpresa encontramos unas cantinas una con pollo, otra con puré de papas y otra con un tipo de ensalada que nunca habíamos probado, nos apresuramos a comer porque teníamos hambre después de un día muy cansado.
Tuvimos que ducharnos con el agua de un tanque que estaba muy fría, arreglamos la cama y nos fuimos a dormir. Esa noche casi no pude dormir por que sentía que algo me mantenía despierta, no sé que era pero algo me mantenía despierta, cuando pude conciliar el sueño tuve este sueño tan aterrador:
Soñé que estaba en un velatorio, pero las coronas y todo lo relacionado con la difunta tenía mi nombre, veía a mi madre, a mi padre, a mis primos y casi toda mi familia llorando, pero en una esquina estaba Paty, con Lolo abrazado y cuando me acerque a ella me dijo -- Así vas a terminar si no me entregas a mi peluche, no es tuyo, es mío!!! Me despegue de ella y Vi la misma imagen que me había intentado estrangular en mi antigua casa. Ojos negros, vestido sucio, su boca más grande de lo normal y sus uñas, largas y sucias. Fui a ver si en verdad era yo quien estaba en el ataúd, y me lleve la sorpresa de que si, era yo, pálida, con un vestido blanco con arreglos amarillos, en mi cuello se veía la marca de una soga bien gruesa y mis muñecas tenía un par de hoyos gigantes, trataba de decirle a la gente que esa no era yo pero nadie me escuchaba, me senté en un rincón a llorar y ahí, en ese momento mi mamá me despertó.
Estaba muy sudada, como si hubiera corrido y mi bata de noche estaba mojada, y abrase a mi mamá y le conté todo, ella me tranquilizo diciéndome que solo fue una pesadilla y que si oro de noche no volverá a suceder, mis pensamientos no estaban tan claros sobre las oraciones, y Dios, pues se supone que si cuando oramos a Dios nada nos puede hacer daño, he pasado toda mi vida haciendo oraciones y rezando toda oración que mi abuelita me enseñó pero, ahora me están pasando cosas malas, se supone que nuestro dichoso Dios debe cuidarnos.
Ese día empezamos a arreglar todo, mi papá me enseñó mi cuarto, al fin tenía un gigantesco cuarto para mí y para Lolo, mi papá llevo mi cama y todas mis cosas las arregle yo solita, pues. Mamá decía me ya estaba bastante grande para que me estén arreglando ellos la vida, mi papá pensaba lo contrario así que iba a ayudarme cuando mi mamá no prestaba atención.
Al anochecer habíamos terminado más de la mitad y cuando estábamos en la mesa mi papá dijo con un tanto de entusiasmo pero también inseguridad -- bueno, Álex, es hora de que vallas a la escuela!! Yo solo asente con la cabeza mientras comía mi puré de papa.
Era un nuevo comienzo para mí y por supuesto para mi Lolo...
ESTÁS LEYENDO
Mi peluche asesino
HorrorAlex, tiene a Lolo (un muñeco de felpa), el cual el padre de Álex le regaló para sus 3 años, pero dentro de Lolo vivía algo más, pero desperto después de que Álex una chica de 15 años juega a la ouija con su amiga Karla quién tiene una gran atracció...