capitulo 6

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Bueno, ya tenemos 15 años, se suponía que a esta edad la vida era perfecta, salidas, amigos, novios, aventuras pero es todo lo contrario, ni Karla ni yo tenemos un perro que nos ladre, y Victoria, ja ella se convirtió en porrista y ni siquiera se acuerda de nosotras, somos yo y Karla contra el mundo, y contra Paty claro, ella no se podía quedar atrás, en estos últimos 5 años, las visitas de aquel monstruo, demonio, espíritu o lo que sea que era Paty no dejaba de atormentarme todo el tiempo, me perseguía a la escuela, no me dejaba dormir pero nadie sabe nada, claro a excepción de Karla, quién ha desarrollado un gran interés por lo paranormal, fantasmas, y cosas así, a mi me importaba un bledo lo paranormal, solo quería deshacerme de aquello que no me dejaba la existencia en paz. Karla siempre intentaba cualquier cosa para alejarla de mi, intentamos lo del paño negro, no funcionó, lo de la cruz con azulito, menos, lo de las chanclas en cruz, mucho menos entre otros métodos.

Un día Karla fue a mi casa, después de tanto tiempo de amistad conmigo empezó a decirle tío y tía a mis padres, tocó la puerta, mi madre le abrió y le dijo -- bendición tía!! Esta Álex??
Mi mamá dijo -- Dios te bendiga, mi niña. Si, esta en su cuarto!! Voy de salida al súper, pórtense bien!!
Karla dijo -- claro que nos comportamos bien, somos niñas buenas!!
Mi mamá salió de la casa y Karla subió las escaleras rápida y ruidosamente con sus botas negras altas que hacían que el sonido se volviera un tanto punzante al oído, en ese momento hacia tarea de química, fórmulas, mezclas, un chorro de cosas que hago el esfuerzo de aprender pero ni siquiera puedo memorizar lo mínimo, cuando escuché aquellas botas pesadas cerré los libros y los cuadernos que cubrían mi escritorio y saqué esos feos lentes que usaba desde que cumplí 10 años, me diagnosticaron miopía, pues los guardé en su estuche negro, ella entró a mi cuarto. No sé pero su rostro mostraba un poco de emoción y esa ruborización que muestran las personas cuando quieren ser escuchadas. Karla es una de esas personas que les encanta que escuchen y ejecuten sus ideas y le dije -- dime muchachita, cuál es tu nueva idea?
Ella enseñándome un artículo de internet dijo
-- mira, para alejar a un fantasma lo primero es saber qué es lo que quiere y la mejor o única manera de saber qué es lo que quiere es, una ouija!! Como la ves?
Yo la mire y frunci el ceño y dije -- y eso no es diabólico?
Ella me miro, se desplazó hacia mi, me tomo por los hombros y dijo -- mira, si de algo estoy segura es que lo que te persigue es un fantasma y este juego es para hablar con ellos!!
Le dije mientras me acomodo en la silla blanca -- pero no estoy segura!!
Ella me dijo -- traje algo para tus dudas!!
Sacando su tablet con mostrándome un vídeo de un señor que decía que el juego era para hablar con fantasmas, a mi me pareció muy convincente, aunque todo lo que ella diga para mí está bien, es que estoy tan enamorada de ella, que cualquier cosa que ella diga estaba bien. Así que le dije
-- ok, pero cuando vamos a hacer este jueguito de los fantasmas??
Ella me miro, sonrio con esa sonrisa que me encanta
-- se llama ouija, y ese día será el sábado, tenemos pijamada aquí, para "estudiar"
Dijo haciendo señas de comillas con sus dedos, yo acepté no le podía decir que no a esos ojos marrones que me encantan desde que tengo 13 años, se que no es normal que una niña se enamore de su mejor amiga pero en verdad amo a esa chica, quisiera decírselo pero me da miedo.

Ella se quedó en mi casa hasta tarde, hasta ceno con nosotros, luego se fue, cuando me estaba por ir a la cama pasó algo de lo más terrible. En mi escritorio estaba escrito con lodo mohoso dame el PELUCHE, me apresure a borrarlo con un trapo cuando ella apareció pero esta vez estaba descompuesta, con los dedos negro y los dientes podridos mirandome con sus ojos terroríficos, yo me pegue de la pared deslizándome lentamente intentando encontrar la perilla de mi closet para esconderme allí pero ella me dijo con voz de niñita buena -- a donde vas?
Sus ojos se volvieron gigantes y negros, como un par de pelotas, ella se volvió más y más alta, sus brazos se alargaron y su boca se abrió como si fuera a comerme, Lolo estaba cerca de mí y lo tome y lo abraze, su boca estaba echando lodo negro y sus ojos igual, yo no pude moverme más y solo me quede ahí, inmóvil, las lágrimas salían de mis ojos como tuvieran mente propia, no soltaba a Lolo, lo abrazaba con más fuerza cada vez, baje la cabeza para no ver la cosa horrible que tenía en frente, pero ella me tomo por los brazos, me pegó de la pared y me dijo -- hasta que no me des mi peluche, no te dejaré en paz!
Yo estaba llorando y pude gritar del espasmo y la parálisis en la que me tenía aquel ente, Paty me alzó y me arrojo contra la puerta de mi cuarto.

Cuando mis padres escucharon eso intentaban abrir la puerta pero estaba atascada, aquel ente o Paty como solía llamarse me halo por los pies y me tiró encima de la cama, estaba gritando con todas mis fuerzas mami, Papi, Karla, alguien por favor, ayuda! Mis padres intentaban abrir la puerta pero aún no se podía aquella cosa me tenía acostada en la cama, sujeto mis brazos con sus manos asquerosas, sentía que ellas me estaban quemando, mientras aquella cosa estaba encima de mí y dijo -- ahora me tienes miedo!!
Me grito, pareció el grito de furia más agudo del mundo.

Grite lo más fuerte que pude y así como había llegado aquello se fue, rápidamente. La puerta por fin se abrió y yo estaba tirada en la cama llorando, mis padres me preguntaban cosas pero no podía hablar no quería hablar, esa noche nisiquiera dormí, no comí, en días, cuando empeze con esta conducta, empeze a ir al psicólogo, con la única persona que decía al menos dos o tres palabras era con mi tan amada Karla, la amaba como nunca había amado a alguien, pero esto que me pasó, la vi, estaba encima de mi, aquella cosa me tomo y me tiró como una muñeca, por más que quería no podía decir nada, sentía que si decía algo sobre lo que me pasó, eso me iba asesinar, por eso no decía nada.

Tenía marcas de sus dedos en todo el cuerpo como si me hubieran quemado, si esto sigue pasando creo que me voy a morir, pero todavía hay una salida, jugar a la ouija...

Mi peluche asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora