Qué si te quería? Mierda, yo te amaba.
Que si me querías? Jaja, vos jugabas.Qué eras para mí? Todo. Todo, todo. Eras tanto para mí, pero estaba ciega, porque en realidad eras tan poco...
Que era yo para vos? Nada. O quizás si, era alguien, era una. Era una más. Una más de tu montón, porque mierda que si eran muchas.Como te veía? Como el único, como mi luz, como el chico de mis sueños.
Como me veías? "La chica que está a mis pies, a quien traigo y llevo como quiera".Y me arrepiento. Porque te di tantas cosas que no merecías. Deposité toda mi confianza y todo de mí en vos. No me devolviste nada. Te quedaste con todo.
Mi hiciste mierda. Mi hiciste pedazos el corazón, y aún así, con cada pedacito yo te quería, y te quería como nunca había querido a nadie. No lo valoraste, no te importó, al menos no hasta que me perdiste. Te solté. Con todo el dolor del mundo te solté. No quisiste dejarme ir, pero me fui igual, o eso intenté.
Me buscaste, sabiendo que no hacía falta porque nunca me habías perdido del todo, sabías que me ibas a encontrar, porque a pesar de todo yo estaba ahí.
Sabiendo que yo solo era otro número, sabiendo que esto iba a ser un juego en el que yo perdía otra vez, sabiendo que vos eras todo y yo no era nada, o quizás que yo era mucho y vos eras poco, aún sabiendo todo eso regresé.
Rogaba que no sea como antes, rogaba que todo cambie, pero lo que pasa una vez, pasa dos y quizás tres o hasta más.
Me hiciste tocar el cielo y al segundo me hundiste en el infierno.
Me hiciste amar y me hiciste odiar.
Me hiciste conocer lo que es un corazón roto.
Me hiciste bien y mal al mismo tiempo.
Me hiciste tantas cosas.Y te agradezco, porque gracias a vos me hice más fuerte, porque gracias a vos tuve que aprender a levantarme sola, porque gracias a vos se sonreír a pesar de todo.
Y me toca pedirme perdón, perdón por darle todo a alguien que no merecía nada. Perdón por vaciarme en quien no necesitaba que lo llene. Perdón por hacerme tan mal. Perdón, porque cuando llegó la persona que necesitaba todo eso, no se lo supiste dar, o quizás ya no lo tenías.
Y de vuelta, gracias a vos, porque aprendí que a pesar de que me dejen hecha cenizas, yo siempre voy a volver a ser fuego.

ESTÁS LEYENDO
Al supuesto amor de mi vida.
RomansaUna carta para quién creía que me hacía volar, y termino haciéndome caer