GIVE ME LOVE [JIKOOK] [ADAPTACIÓN]

28

Ella estaba totalmente aterrada pero poco me importaba.

Le dí una calada al cigarro para posarlo en una de sus mejillas, pegó un grito y rogó por que la deje ir.

—¿Por qué?—posé el cigarro en sus labios y ella volvió a gritar—Tú tienes algo que debería ser mío…

—Dejame ir por favor, tengo un hijo—rogaba entre lágrimas.

—No te preocupes, te dejaré viva, tampoco soy tan malo—dije en tono burlesco.

Continué quemando su rostro en puntos específicos con el cigarro hasta que mi mirada casualmente se posó en sus lindos senos, así que dejé un camino de quemaduras hechas por el cigarro hasta llegar a su pecho y seguir el mismo procedimiento despojándola de las prendas que llevaba, sus gritos y llanto no ayudarían, este lugar no era habitado.

Su cuerpo ya estaba marcado por las quemaduras provocadas por el cigarro.

—Para! Ya no la sigas torturando—dijo NamJoon.

<<Pero si aún no hice nada>>

Lo ignoré y saqué la pequeña navaja que tenía en los bolsillos de mi vaquero.

—¿Qué haré con esto?—puse la navaja frente a su cara dejando que la observe mejor y ella gimió de miedo cuando posé el filo de la navaja en su cuello justo en la yugular.

—Shh! Ya te dije que no te mataré.

—¿Qué quieres de mí?-su voz estaba rota y rasposa por tanto grito y lloriqueo

—Tienes algo que debería ser mío, perra. Mereces esto y más—pasé la navaja sobre su mejilla con rabia dejando un corte hasta la comisura de sus labios y de inmediato la sangre empezó a brotar—reí—Después de todo tu piel ya no es tan linda—pasé lentamente la navaja dejando un corte profundo sobre sus senos.

Continué con su rostro, piernas, brazos y pecho.
Todo su cuerpo estaba ahora lleno de cortes, algunos más profundos que otros al igual que las quemaduras.

—JungKook! Para, está inconsciente joder!—me apartó de golpe.

—¿Por qué no me avisaste antes?—le dije.

—Te has salido de control mira como la dejaste, pudiste haberla matado maldito loco…

Había perdido el control de mis actos pero no me arrepentía, después de todo el atractivo de esa mujer ahora era nulo y JiMin ahora podrá fijarse en mí.

—No la eh matado… calmate—me acerqué para tomarle el pulso para comprobar lo dicho y corté un poco de su piel para meterlo en un cofre de madera.

—No te conozco—dijo NamJoom incrédulo—¿Qué te pasó?

—Amor me pasa