"Nunca más" Aguslina

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Agustín...

—Tengo que decirte algo Alexis— rompí el silencio entre nosotros. Ella me observó aturdida, estábamos acostados en el césped contemplando las hermosas estrellas de la noche.

—Si Bernasconi. Habla— sonrió.

—Me gustas demasiado, eres jodidamente encantadora— me senté.

—¿En serio?— reía ella.— No me parece bien que solamente te guste mi físico— me miro indignada.

—No dije eso. Dije que eres jodidamente encantadora. Encantadora viene de personalidad, no de físico— sonreí confundido.— También eres muy hermosa de físico— mire el cielo.

—Bien— se sentó. Apoyó su cabeza en mi hombro.

—¿Eso nada más?— pregunté con el corazón un poco roto.

—¿Qué esperas que diga Bernasconi?— *Trash* se rompió de una mi corazón.

Pasaron largos minutos. Me arrepentí de haberle dicho eso. No quería arruinar nuestra amistad.

—Tambien me gustas Bernasconi— rompió el silencio y me alegré bastante.

—¿En serio?— sonreí

—Claro idiota. Eres maravilloso y no sé cómo Carolina te pudo dejar— me miro seria y elevó ambos hombros.

La mire confundido.

—¡Para,para! No quiero decir que soy mejor que ella— gritó— solo que eres un ser maravilloso como para que te usen de trapo de piso— elevó ambos hombros.

—Me gustas demasiado. Siempre estás con una sonrisa y me enloquece tu carácter fuerte que tenés— volví a mirarla con una sonrisa.

—A mi me encantas demasiado. Porqué eres alguien que expresa muy fácil sus sentimientos. Yo, por lo contrario, oculto muy bien mis sentimientos— reía ella— Me encantan los hombres maricones.

—No sé si reír o llorar ante lo último dicho— sonreí y  reí.— Verdad, no sé si creerte que me gustas.— reía y ella también se unió.

—¡Me gustas Bernasconi!— grito parandosé. Como para que toda la ciudad escuché.

—A mi me encantas— me puse de pie y la besé.

Fue un beso lleno de sentimientos. Lleno de magia por así decirlo. Re cursi el tipo. Sinceramente me dieron más ganas besar los labios de esa pelirroja que de Carolina.
Mis sentimientos hacia Carolina se estaban esfumando.

—Sientate— se separó del beso y tomo asiento en el césped.

Asentí.

—Quiero algo serio Agustín. No quiero solo besos y bye bye— dijo mirándome fijamente.

—Yo también— sonreí.

—Entonces...— hizo una pausa— ¿Seremos pareja?— se sonrojo y sonrió.

—¡Claro!— respondí emocionado.— Pero hay algo que debo contarte respecto a Carolina— me puse serio, debía contárselo.

—¿Sientes algo aún por ella?— su rostro se entristeció— Por que si es así, yo no quiero nada contigo.

—No, no, no creo. Me mantendré alejado de ella, lo juro— le prometí— Pero esto debo contarte si o si.

—Bien, empieza ya.— su rostro se veía triste, nada que ver cómo estaba hace un momento antes de mencionar a Carolina.

Le confesé todo, de los encuentros y demás.

—Bueno Agustín, si tú sientes algo aún por ella. Sinceramente no quiero meterme en el medio. Así que dímelo ahora— me observó fijamente.

—No. Solo vuelven esos sentimientos hacia ella cuando estoy con ella. Prometo mantenerme alejado, lo juro. Haré lo posible— volví a repetir mi promesa.

—¿Seguro?— dudó.

—Lo juro princesa— afirme seguro.

—Lo qué haz hecho está mal Agustín. Cristofer ni nadie se merece que le hagan esto que han provocado ambos.— lágrimas comenzaron a salir de su rostro.

—Hasta ahora me sigo arrepintiendo. Prometo que iré a dar la cara y contarle a Cristofer— prometí. Lágrimas comenzaron a correr por mi rostro también.

—Mucho mejor.— sonrió ella limpiando mis lágrimas.

—¿Formamos una pareja entonces?— preguntamos ambos al unísono. Reímos. Éramos muy ridículos.

—Claro— respondí.

—Obvio— besó mis labios.