El príncipe y el aldeano

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Advertencia: Insinuación de suicidio, trama muy depresiva, en serio.

No apoyo la violencia, ni el bullying, en todo caso, si sufres de este mal busca ayuda en alguna persona de confianza, de no tenerla con los profesores o alguna otra autoridad, pero no calles.

Nota de autora:  Esto es lo que pasa cuando escuchas música depre, estas triste y decides hacer de esto un libro con algunos One-Shots :''v

Nota de autora 2:  Si gustan pueden ver el vídeo en el cual me inspire para esta narración:

Los subtítulos estan en inglés, pero si sabes lo básico puedes darte una idea de la letra.

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Hace algún tiempo atrás, existía un pequeño niño que deseaba ser alguien en el mundo.

El niño era un pobre aldeano sin nada en especial, o que le logré distinguir del resto. Sin embargo, este niño, a pensar de ser un don nadie, era amigo del príncipe: Un niño que había nacido con todos los dotes buenos; inteligencia, elegancia, incluso fue uno de los pocos que logró heredar un poder inimaginable.

Ambos tenían increíbles aventuras, donde el príncipe lograba acabar con los villanos que se interpusieron en su camino, y también logrando rescatar al inútil del pequeño aldeano que no paraba de ponerse en peligro.

Antes de que el pequeño Bakugou logrará contar el momento en que el príncipe salvó al aldeano de un dragón, Izuku le interrumpió:— Kacchan, no me gusta la historia. —murmuró incómodo.

— Cállate, Deku. —respondió cortante Katsuki— Fuiste tú quien me pidió una historia para dormir.

—Lo sé pero...

Katsuki gruñó, empujó la almohada en la cara de Izuku, haciendo que el pequeño se cayera de la cama. El llanto del menor despertó a los padres de Katsuki, quienes entraron alarmados, hicieron una pequeña escena en la que regañaron a su hijo y le advirtieron que no haga llorar más a Izuku sino le quitarían sus juegos.

Katsuki no habló con Izuku en el resto de la noche, aún cuando el otro se disculparba entre sollozos.

—.—

— ¡Kacchan! ¡Kacchan! —Chillaba emocionado el pequeño Izuku, entre sus manos tenía lo que para un niño pequeño era un gran logró. Pasó corriendo todo el patio de recreo, casi de inmediato llegó al lugar donde se encontraba su mejor amigo.

— ¿Qué quieres Deku?

— ¡Kacchan, mira! — Izuku, orgulloso con que la profesora le pusiera dos estrellas en su tarea, quería compartir su felicidad con el que consideraba su mejor amigo.

Levantando una ceja sin comprender, Katsuki miró confundido, no entendía el porque de la felicidad de Izuku— ¿Y...?

El entusiasmo que antes inundaba al pequeño niño disminuyó pero sin darse por vencido, empezó a explicar que la razón de su felicidad era su tarea.

—Es la primera vez que tengo dos estrellas...

Mientras Izuku bajaba las manos a los costados y la mirada al suelo, Katsuki empezó a reír.

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