Unos días después, quiere hablar conmigo, quiere ser mi amigo. Me niego en rotundo, me ha tratado como una simple bolsa de basura.
Dos semanas después es de nuevo fiesta local. Idiota que fui, hablé con él y quedé en verle. Estaba allí, haciendo lo que él más odiaba, fumar. Decía que le calmaba los nervios.
Fui tan idiota que me puse a llorar, fui tan débil que volví a caer en su juego como antes, exactamente dos veces. Al día siguiente me dice que otra vez quiere volver, que me quiere.
Voy a verle, para quedarle claro que no quería nada, que lo del día anterior fue un error. Estaba borracha y me senté en el suelo, con la vista borrosa veo que llamaba a alguien.
Llamaba a mis amigas, se inventó una historia de que quería verle para liarme con él, y por su culpa nadie me creyó, porque iba borracha y él no. Por su culpa una de mis mejores amigas se tiró dos meses si hablarme, ni una palabra.
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Toxicidad
Short StorySolo quiero presentar mi último año hasta ahora, un desastre. De cómo gira todo. De cómo se puede ser una completa idiota.