Hold Me Tight or Don't | D-Gray Man | YAOI | TERMINADO

Allen

En los sueños más extraños de Allen, Kanda aparecía montado en un caballo blanco en medio de su clase de Historia de la Música y le profesaba amor eterno llevándoselo a un lugar desierto y haciendo cosas que Allen prefería mantener en sus sueños.

Porque si pasaba en la vida real probablemente no podría volver a verle la cara a Kanda nunca jamás, después de todo ¿Quién e esperaría que Allen Walker fuera tan gran pervertido?

Las veces que había pasado en la cama con Kanda había tratado de mantenerse al margen, luchando contra los deseos de hacer y dejarse hacer mucho más que toques lánguidos y besos fogosos.

Sin mencionar la penetración y lo difícil que era luchar contra la abrumadora sensación de Kanda llenándolo por completo.

—Hey ¿Hace calor aquí o solo soy yo?

Allen gimió en descontento, ocultando su rostro entre los cojines del sofá de Neah.

—Allen ¿Cuándo crees que Cross se vaya? No es que no te quiera aquí pero estoy empezando a sentirme incómodo con tanta vigilancia.

—¿A qué te refieres? —confundido Allen se sentó esperando una respuesta por parte de Neah.

—¡Hablo de esos dos! ¡Me están empezando a poner los pelos de punta! ¡Sobre todo el asiático con cara de asesino!

—¿Kanda?

—¡¿Ese es el tal Kanda?! ¡Allen! ¡No debes salir con alguien tan peligroso! ¡Lo vi cargar una espada con él!

—¿Hablas de Mugen? Kanda siempre la lleva consigo...

Pero sus pensamientos se dirigían a otro lado, no podía dejar de pensar en lo que Neah decía sobre ser vigilado y lo dicho por Lenalee y Alma sobre Lavi y Kanda actuando extraño.

¿Acaso todo ello tenía que ver con la llegada de Neah?

Anoto mentalmente aquello, necesitaba saber que les había picado a sus dos amigos.

***

Siguiendo su rutina diaria, Allen fue a sus clases de la mañana, visito a Lenalee en el café y llevó algo de comida para los perros callejeros que habían decidido acomodarse tras la universidad.

Todo normal hasta que se topó con Alma y las horribles ojeras bajo sus ojos que lucían hinchados y rojos, como si hubiera llorado toda la noche.

—¡Hey, Alma!

En cuanto el de departamento de biología lo vio salió disparado hacia el lado contrario, confundiendo horriblemente al joven británico.

—Vaya como corre, me recuerda a Tykki escapando de Timcampy.

Allen casi muere de un paro cardíaco, casi. Fulmino a Neah con la mirada, casi odiándolo por aparecerse como un maldito fantasma tras él.

—Tykki se lo merecía.

—¡Completamente de acuerdo! ¿Quién se cree para poner sus manos sobre ti tan descaradamente?

—¿Cómo tú en este momento?

—¡Claro que no! ¡Yo no tengo intenciones ocultas!

Aja... y Allen nació ayer.

Dejando a Neah ser... bueno Neah, Allen continuó con sus pendientes del día, recibiendo algo de ayuda del mayor en su ensayo y pasando un momento ameno junto a su querido primo.

Si, parecía que iba a ser un buen día.

Hasta que ocurrió algo inesperado.

—Allen quédate quieto.