EL DIARIO DE KATHREEN

CAPÍTULO 4

Me agarré de la orilla, sin embargo no podía salir del agua la corriente del río me quería llevar más lejos, de un momento a otro siento como alguien toma mi mano y me sube con fuerza, pegué un pequeño grito asustada pero luego noté que era zorro, me relajé un poco aunque seguía agitada.

Empezamos a caminar en medio del bosque, hasta que vimos en frente de nosotros una gran montaña rocosa, mi collar vuelve a vibrar e iluminarse y consigo aparecen dos lugares para buscar la siguiente esencia.

—¿Qué lugar debemos visitar primero zorro?

—Es tu decisión niña.

Habían dos lugares; la cueva que al parecer se encuentra solitaria y alrededor de donde estaba parada hay rocas apiladas. Me puse a pensar que si muevo algunas, las demás podrían caer encima mio, aunque si las logro desapilar correctamente podría hallar algo; decidí desacomodar roca por roca cuidadosamente mientras el zorro me observaba a la final lo logré y encontré en el centro de éstas una esencia.

Al coger la esencia y guardarla en mi bolsillo, sonó un crujido fuerte como una rama quebrándose, miro hacia atrás y Umbra venía de manera furiosa y rápida hacia donde me encontraba; miró a todos lados y veo la montaña rocosa frente a mí, decido subir a la cima de la montaña sin importar si Zorro me seguía o no; al llegar a dicha cima he encontrado una cabaña abandonada, busco apresuradamente algún elemento que pueda ayudarme a seguir huyendo de Umbra, en el momento que encuentro un ala delta en el garaje, percibo que Zorro entra, y posteriormente me proporciona ayuda.