4

35 2 0
                                    


Llegue al aula y me senté, saqué mi ensayo ya terminado y lo coloqué sobre la carpeta, Sky y Giselle entraron al salón y se sentaron al fondo.

Mateo entró segundos después y me saludó y sentó dos carpetas delante de mí. Saqué un cuaderno y empecé a garabatear cualquier estupidez. Diez minutos después entro la maestra de artes y pidió silencio.

Chicos el maestro de Literatura no vendrá hoy, pueden retirarse—dijo y ella se marchó—

Todos empezaron a celebrar y empezaron a salir del aula. Volteé a ver a Sky y ella me sonrió y me guiñó un ojo y salió de la mano con su amiga.

¿Cómo lo supo?

Guardé mis cosas y salí con Mateo detrás de mí. Decidimos ir a las áreas verdes para perder estás tres horas que teníamos. Había varios alumnos de otros grados y algunos estaban jugando futbol americano.

— Hey McMiller —me llamó Malcom — ven y únetenos.

Mire a Mateo algo incómodo, sería maleducado de mi parte si lo dejase sólo.

— ¿Te quieres unir? —Le pregunté a Mateo—
— No es lo mío, lo sabes—agrego— puedes ir, no tengo problema.

Asentí y fui directo hacia los chicos.

— Bloquea a Green —me dijo Kevin—

Mark me miró con una sádica sonrisa y yo no me inmuté. Demostrar debilidad era algo que no iba a hacer.

— Bien —le dije a Kevin—

Media hora después el partido había terminado, estaba adolorido eso sí, pero le pude resistir todo el partido a Mark y eso era más que suficiente.

Aburrido y sin saber a dónde ir, fui a dar un vistazo al edificio de talleres.

Había venido muy pocas veces aquí, sólo para la inscripción y un par de veces que vine a recoger a Carly con Mateo.

Empecé a explorar el lugar y se me ocurrió ir hasta el quinto piso, que era el lugar al que no había subido antes.

Lucía como los otros pisos anteriores, pero al girar hacia la derecha, se encontraban dos puertas grandes, con un letrero impreso que decía: ''Sala de Box''

De acuerdo, no sabía que había éste taller, Mateo jamás lo mencionó y ninguno de los chicos de mi equipo lo habían mencionado.

Me adentré y pude ver un muy buen equipado gimnasio para practicar dicho deporte.

— ¡Maldita sea! —Se escuchó a alguien quejarse— ¡Mierda Rollstone déjalo!

Giré a mi izquierda y pude ver a Sky con ropa de gimnasia y torciéndole el brazo a un chico de mi altura.

— ¿Qué haces aquí? —dijo un señor ya mayor—

Sky y el chico que desconocía dejaron de pelear y pusieron su atención en mí.

— Hey forastero —me saludó con una sonrisa—
— ¿Lo conoces? —Le preguntó el hombre de avanzada edad—
— Lo he visto un par de veces— respondió ella— ¿Sabes boxear forastero?
— No, no es lo mío — hable nervioso—

El hombre de avanzada edad le hizo una señal a Sky de que se retirase del cuadrilátero y ella obedeció.

Una vez ya Sky fuera del gimnasio, el hombre me miró.

— No deberías estar aquí en este horario — me dijo mientras ayudaba al chico a retirarse los guantes —
— No sabía que esto existiera — comenté—
— Bueno ya lo sabes —habló— Sky entrena durante éste horario y no quiero interrupciones.
— Lo siento —me disculpé—
— Será mejor que te retires.

No dije nada y salí del lugar.

++

— ¿Y cómo te ha ido en la escuela? —Preguntó mi madre con una sonrisa—
— Bien, me ha ido bien—respondí—
— ¿Has conocido a alguna chica? —Habló mi padre divertido—
— ¡Oswald! —Lo reprendió mi mamá con una risa—
— ¿Y bien? —volvió mi padre a insistir—

¡SKY!

— Bueno, si—dijo tímido—

Mi mamá soltó un ''Awww'' cargado de ternura y mi papá rió.

— ¿Te gusta? —Me preguntó mi mamá curiosa—
— No, pero me agrada— aclaré—
— ¿Por qué no la traes a cenar? —Agregó mi padre—
— No creo que acepte—dije seguro— no somos muy amigos—
— Bueno entonces ¿a qué esperas? —Habló nuevamente— gánate su amistad
— Tu padre tiene razón—apoyo mi madre— él nunca se despegó de mí en la secundaria.

Yo reí y mi padre asintió.

— Es verdad—dijo— me pegué a ella hasta que me aceptó.

++

Baje del auto y vi me dirigí hacia las gradas del estadio de futbol americano. Hoy no había amanecido muy bien, me sentía cansado y decidí no ingresar a clases. Por otro lado una de mis otras intenciones al faltar era la de encontrarme a Sky por algún lugar.

Se me había metido la loca idea de invitarla a cenar. ¡Gracias papá!

Ella no estaba por ningún lado, pero su amiga Giselle estaba sola sentada en la última fila de las gradas. No había nadie más así que decidí acercarme a la mejor amiga de Sky.

— ¿Deseas algo? —Preguntó sin verme—

No supe que contestar. La indiferencia de su tono de voz me quitó todo rastro de duda.

— Yo...—Tartamudeé como todo un profesional—

Ella se levantó y me miro con una sonrisa retorcida.

— Te lo diré de la mejor forma—agrego— olvídate de Sky.

Mi expresión ensanchó su sonrisa. Sabía que iba a tocar el nombre de su amiga. No dijo nada y se alejó de mí con rapidez.

Bueno, esa había sido una terrible idea.

Me encamine hacia la salida y alguien me tacleó por atrás y ambos caímos al suelo.

— ¡Mierda, forastero! —la voz de Sky me distrajo brevemente del dolor—
— ¿Por qué ha sido eso? —le pregunté confundido y adolorido—
— ¡Perdona! —Me dijo apenada— pensé que eras Mark
— ¿Y por qué lo odias? —Ella rio y eso me hizo sonreír—
— Es un saludo amistoso—me hizo saber—

Ella recogió su mochila que había caído al suelo y se la colgó al hombro. Era raro verla con la mochila en ese lugar, usualmente siempre la arrastraba.

— ¿Has visto a Giselle? —Me preguntó—
— Acaba de salir —le respondí—

Sky vio atrás de mí y refunfuño.

— Le dije que me esperara—se quejó y luego me miro confundida— ¿qué haces fuera de clases?
— No me siento bien—me excusé—
— Pues deberías estar en la enfermería—habló—
— Es más complicado que eso—le dije y ella rio con ganas—
— Mejor dime que no has querido entrar—aseguró—
— Pues ha sido eso—admití y ella asintió—

Vio a su alrededor y tiro su mochila al suelo.

— ¿Quieres ir a comer algo?— Preguntó de repente—

Un mini Austin empezó a correr en círculos dentro de mi cabeza, gritando a todo pulmón: ''me ha invitado a salir''

— ¿Cómo una cita? —Dije y ella ladeó la cabeza—
— No le pongamos una etiqueta—me pidió— odio las etiquetas.

Yo asentí y ella me sonrió.

Te veo en el estacionamiento en veinte minutos—me dijo y saco su celular— debo hacer algo antes.

Volví a asentir y ella salió corriendo del campo.

++

SKYFALLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora