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La tensión estaba comiéndome vivo. Yo estaba a punto de contarle la verdad. Algo que pensé que no sería tan pronto. Pero ella era mi mejor amiga y no podía seguir guardándomelo solo para mí.

- No sé si California tiene tanto drama o solo fue mi mala suerte.

Sabrina me miro expectante. Era el momento de la verdad.

- Conocía muchas personas allá...

Los rostros de Mateo, Carly, Sabbie, Kevin, los mellizos Green y especialmente el rostro de Sky pasaron por mi cabeza.

- Mateo y Carly Adler, los mellizos Green, Giselle y Sky Rollstone

- La chica especial...-susurro mi mejor amiga-

Yo asentí.

- Si, ella era callada y solo hablaba con personas de su entorno, vestía siempre gafas y mayormente con colores oscuros y tenía la manía de arrastrar su mochila.

Sabrina sonrió.

- La típica chica mala.

- No-dije divertido- ella de verdad era mala.

Sabrina estaba sorprendida.

- Drogas, carreras ilegales, posesión de armas y una que otra pelea ilegal.

- Diablos...-susurro Sabrina-

- La ojiazul era una maldita pero en el fondo es una gran persona.

- ¿Qué sucedió con ella?

- No lo sé-dije aturdido- bueno... empezamos a pasar tiempo juntos, un día sufrió una sobredosis. Ella empezó a convulsionar frente a mí, fue llevada al hospital y fui a verla.

Yo hice una pequeña pausa y la cara de Sabrina era de espanto.

- Tras ese episodio ella juró rehabilitarse y yo realmente pensé que iba a lograrlo. Pero no fue así. Se hizo una fiesta para celebrar su nuevo inicio. Ese día fue muy extraño.

Giré a ver la calle y todo parecía tan tranquilo.

- Sus amigos me intervinieron y me hablaron de que ella nunca lo lograría, que era una adicta sin remedio. Yo traté de defenderla pero ellos quebraron mi fe hacia ella. Discutimos en la calle y prácticamente me alejaron y yo los dejé.

- ¿Te alejaste de ella?

- Si, y después todo empeoró. Empezó a juntarse con un idiota que solo la hundía más, estaba más delgada, pálida y visiblemente débil.

- ¿Viniste aquí a olvidarte de ella?

- Ella rompió mi corazón-dije seguro- y eso en parte hizo más fácil dejar California.

Era la primera vez que lo aceptaba.

- ¿En parte?

- Alguien asesinó al tipo con el que salía

- Mierda-soltó Sabrina de pronto- ¿Qué rayos pasó?

- Nadie lo sabe, pero ella fue arrestada por ello.

- ¿Por qué la dejaste sola?

- Porque ella así lo quiso. Ella me lo dijo, ella lo dejó en claro.

- Ella te usó-dijo Sabrina de pronto-

- ¿Qué?

- Te acostaste con ella

- ¿Qué? - Yo no podía ser tan obvio-

¡¿Qué?!

- Ella te usó te cabreaste y por eso te vengaste

- Yo no me vengué

- Claro que sí, dejaste que se hunda en su miseria mientras tú la veías consumirse

- Eso no es cierto... -dije despacio-

- Pensaste que sería un nuevo inicio, pero para ella era la despedida

- Yo no me acosté con ella

- Niégamelo viéndome a los ojos-me retó- Niégame que no te cabreaste con ella cuando seguro te dejó por la mañana. ¡Maldición Austin! Niégame que no la amas

- ¡Yo no la amo! -Grité molesto-

- Claro que no-dijo ella con una sonrisa torcida- porque de hacerlo no la habrías dejado a su suerte

Sabrina salió del balcón y me dejo solo.

Y todo se volcó por su propio peso.

Me había vengado de la ojiazul por hacerme sentir como una zorra cuando se fue aquella mañana y me dejó solo.

Me vengué al hacerle lo mismo.

Pero mi venganza fue peor. La había dejado en el peor de los momentos, porque quizá, solo quizá, si yo me hubiera quedado a su lado, podría haber tenido un soporte emocional. Y yo le arrebaté hasta eso.

Y nunca lo iba a saber, nunca podría saber si ella se podría haber recuperado o no. Jamás. Perdí mi oportunidad al dejar que sus amigos me dejaran a un costado.

Y como un imbécil obedecí.

Y ahora ella podría estar empezando a podrirse en esa celda que de seguro sería para ella. Al no encontrar a algún responsable y ella como asesina confesa, no habría otra opción.

Yo iría a la Universidad y ella a prisión.

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SKYFALLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora