Sientes como el frío se apodera de ti, al principio te asustas porque podría ser alguien del hospital ''No me mandarán de nuevo ahí," no de nuevo ¡No de nuevo!'' Piensas. Te preparas por si tienes que correr porque sabes que defenderte será inútil ¿Por qué? Fácil, debe tener algún sedante o lo que sea. Todavía la neblina no te deja ver quien es, ‘’¿Y si es tu mejor amigo?'' Te dices a ti misma. Recuerdos llegan y las ganas de pedirle perdón por tus errores y explicarle tantas cosas simplemente te superan. Gritas su nombre inconscientemente después de darte cuenta que era muy alto para ser él.
Se acerca cada vez más y tú no haces nada, no huyes, no piensas, no reaccionas. Hasta que se acerca lo suficiente para dejarse ver sobre la neblina.
Esa cara, la conoces inmediatamente. ¡Es mi tío! piensas, tu tío favorito, con quien te llevaba a pasear junto con tu prima, te dejaba ganar en las sillas musicales, te daba regalos, te contaba historias, etc.
No lo veías hace tiempo. Lo habían echado de la casa y cuando tú les preguntabas el porqué, simplemente cambiaban el tema.
—Vaya, a quien tenemos por aquí— dice en tono burlesco y puedes sentir un fuerte olor a alcohol.
—¿E-es-estaba tomando?— preguntas nerviosamente.
—Estas muy linda ahora, muy linda. Siempre has sido mi favorita— Hace una pausa—. Siempre.
—Oh, yo ya me tengo que ir— respondes y te empiezas a asustar, esta borracho, puede hacer cualquier cosa.
Intentas retroceder pero él te toma el brazo. y te empuja hacia él.
—¿A dónde mierda crees que vas imbécil?— pregunta furiosamente.
"¡Que te mate que te mate!" Escuchas pero no tienes idea quien lo dijo.
Intentas soltarte, pero con lo débil que estas no funciona. Gritas, te tapa la boca. "Aráñalo" escuchas. Intentas arañarlo pero recuerdas que te mordiste las uñas para no lastimarte. "¡CON LA OTRA IMBÉCIL!" exclama esa voz misteriosa. Alzas tu mano y le rasguñas la cara, grita y te golpea. Te sigue teniendo agarrado el brazo. Le intentas pegar en sus partes íntimas, fallas. Te estas desesperando, todo pasa en fracción de segundos.
Gritas pidiendo ayuda mientras sientes como tu corazón se acelera, te tira al suelo y se saca la correa. Intentas pararte, lo logras. Te empuja, caes. No sabes que hacer, ves una roca y se la intentas tirar. Pero como siempre has tenido una horrible apuntaría... Fallas. "Jaja como tan idiota" "Hey, que derecha" "tienes talento deberías practicar tiro al arco" Escuchas cada mensaje con una voz diferente. ¡Cállense! Gritas. Tus nervios te superan, te empieza a golpear con la correa. El dolor, estas acostumbrada al dolor. Ahora él se lanza sobre ti, tú gritas y empiezas a arañarlo. Intentas gritar de nuevo pero no puedes, te escupe y te empieza a tocar. ¡Basta, por favor! gritas. "Te lo mereces" te dice esa voz, empiezas a oír miles de voces más pero ya no entiendes lo que dicen.
Le pegas patadas, lo intentas arañar. Mientras que él te agarra las manos... ¡No, por favor no! El olor a alcohol hace que te den ganas de vomitar, pero ahora es lo de menos. Sigues pegando patadas ya que tus manos las tiene sujetas. Te suelta para pegarte, recibes 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7... 7 golpes y tu nariz empieza a sangrar. Las voces ya no murmuran, gritan. Te estas desesperando, mucho. Sientes que te baja los pantalones, y le gritas. Gritas cosas que ni entiendes. Te golpea nuevamente, no los cuentas. Te rendiste, las voces desaparecen, te quedas inmóvil. Ya no sabes que hacer. No hay nada que hacer.
—¡Suéltame! Por favor, no doy más— Lo dices sin querer.
Se detiene, te suelta y te mira fijamente, este sería buen momento para atacar o huir pero te quedas inmóvil. Empieza a retroceder y saca de su bolsillo un cuchillo. ‘’Y este es tu hermoso final’’ te dices sarcásticamente. Pero no, sube el cuchillo hasta su cuello y se suicida antes que puedas reaccionar.