Me gustabas {Kookmin}

♥ ~ Ensueño ~ ♥

Rompí el beso cuando comencé a escuchar murmullos, separar mis labios de los de él requirió un gran esfuerzo pues no quería hacerlo. Sin embargo, me inquietaban los cuchicheos que se escuchaban fuera de la camioneta.

-Ignóralos, Jimin. - me pidió Jungkook, volviendo a besarme. Cedí, correspondiendo con dulzura al toque de sus labios. Pero ahí estaban de nuevo los murmullos, la música de fiesta se escuchaba lejana por lo que me resultaba difícil ignorar las voces que parecían dirigirse únicamente hacia el cristal de la ventana ¿podrían vernos?

-Las ventanas...¿están...polarizadas?- dije entre cortos besos, realmente no quería separarme.

-Lo están- se tardó en responder y no precisamente porque le seguía dando picos. -¿te preocupa que nos vean? - sonrió con sorna.

-¿A ti no? ¿Qué si son pervertidos? -desvié mi vista hacia la ventana, pero estaba demasiado obscuro cómo para distinguir algo más que las siluetas que estaban fuera y para mi gusto demasiado cerca. Traté de concentrarme en las voces pero no eran más que balbuceos, imposibles de entender.

Jungkook se apoyó en su antebrazo, acercándose lo justo para besar mi frente lo cual me relajó al instante, no me había dado cuenta de que mantenía el ceño fruncido al tratar de comprender que pasaba en el exterior.

-¡Fuera de aquí!-vociferó repentinamente dando un golpe seco con el costado de su puño en la ventana. Me sobresalté, pues no lo esperaba y probablemente una de las personas de fuera tampoco pues pegó un grito. -¿Feliz?- preguntó en cuanto se escuchó que se retiraban los intrusos, quienes comenzaron a reír y no sé si fue idea mía pero pude escuchar un ¨están bien¨.

-Estaría más feliz si volvieras a besarme. -contesté nuevamente con mi total atención en él, por lo que no pasé desapercibida su media sonrisa y su ademan de acercarse a mí.

Acortamos nuevamente la distancia entre nosotros, esta vez me tomé la libertad de colocarme a horcajadas sobre él y fui directo a sus labios. Mientras lo besaba posé mis manos en su nuca, él en cambio, llevó las suyas a mi cintura descendiendo lentamente hasta mi cadera, yo sabía perfectamente a donde se dirigía: no se demoró mucho en llegar a mis glúteos, los cuales apretó con firmeza. En respuesta, mordí su labio inferior con fuerza provocando que Jungkook se quejara, aproveché que había abierto más su boca para escabullir mi lengua por ahí y encontrar la suya. En cuanto se encontraron suspiré lentamente, nuestras lenguas jugaron un momento antes de que jalara y succionara su labio inferior. Podía sentir el sabor a alcohol y moras de su boca, no me resultaba molesto en absoluto, entré esa combinación más su persona me estaba resultando demasiado embriagante.

Moví mis manos, las cuales ahora descansaban en sus costados, permitiéndome moverme con más libertad para besarlo, pero tuve que separarme para retomar el aliento que este chico estaba robándome. Parecía un sueño, no abrí los ojos cuando deje de besarlo, opte por quedarme a centímetros de su rostro rozando mis labios contra los suyos.

-Eres hermoso, Jimin. - sonreí al escucharlo. Sólo entonces abrí mis ojos, separándome un poco. Lo miré en detalle, sus labios parecían más rojizos y sus ojos más obscuros, noté una cicatriz en su mejilla sobre la cual deje un corto beso. Él delineó mis labios con su pulgar para después tomarme del mentón, atrayéndome hacia él, volvió a besarme.

Estaba impaciente, bastante impaciente por sentir a Jungkook recorrer cada centímetro de mi piel, mi cuerpo se sentía ligeramente flojo por todo el alcohol que estuve consumiendo y comenzaba a sentirme caliente, en todo sentido. En un acto de querer deshacerme de esa sensación, me separé de él para quitarme mi propia playera, él en acto reflejo se irguió lo suficiente para sacarse la propia. Y ahí estábamos los dos mirándonos con completo descaro. La sonrisa ladina que me dedicó, mientras no me apartaba la mirada, fue lo único que necesité para ir directo a sus labios, reclamándolos como míos. Repartí besos por su quijada y mentón hasta llegar a su cuello, claro que no iba a pasar desapercibido el lunar que tenía ahí y que antes llamó mi atención por lo que muy cerca de éste me encargué de dejar con precisión lo que sería un lindo chupetón.