Como hermanos

El fin.

Hola! ...¿Como han estado? ...Si, se que hace más de un año que no actualizo...y eso... heh.
Me gustaría tener algún pretexto, pero ya que no es así, me disculpo ¡Lo siento mucho! ¡De verdad! :(
Quiero agradecer por los comentarios, <3 aún si no los respondí, sepan que gracias a ellos decidí terminar esto.
Bueno, creo que es todo, este es el capítulo final.
Como siempre, alaben al maestro Oda, señor de la grand line.

(...)

-¡Me gustas!-

¿Por qué había tenido que decirlo?

-¿Que?...-

Siempre pensó que estaba preparado para todo.

Que si algún día Zoro se enteraba de sus sentimientos, estaría preparado para soportar su mirada llena de asco.

Pero verlo reírse, le partió el alma, a Zoro no le daba asco, Zoro no lo odiaba, lo que más le dolió fue darse cuenta de que ni siquiera lo tomaba enserio.

Luego vino la rabia, no contra el peliverde, si no contra sí mismo.

Se dio cuenta de que el hecho de que sintiera tanto dolor, significaba que había sido tan idiota como para pensar que tenía una oportunidad.

Pero terminó volcando todo sobre Zoro.

Sanji era el único que sentía asco.
De sí mismo.

Y al final, al ver a Zoro alejándose...

"¡Porfavor, no te vayas!"

~~Fly me to the Moon
Let me play among the stars~~

Tardó un poco en abrir los ojos.

~~Let me see what spring is like
On Jupiter and Mars ~~

¿En qué momento se había quedado dormido?.

~~Fill my heart with song
Let me sing for evermore~~

Con el cerebro atontado dio órdenes a su cuerpo.

Apagar alarma, estación, tren, hermano imbécil.

~~You are all I long ~~

Zoro...

~~For all I worship and adore~~

Dando tropezones por todos lados llego hasta donde se encontraba el teléfono, había desocupado el departamento la noche anterior.

~~In other words please be true~~

"¡Me gustas!"

~~In other words... I love you~~

Fue un acto reflejo, cuando pudo darse cuenta el pobre aparato estaba en el suelo dividido en partes.

Sacudió la cabeza.
El teléfono no tenía la culpa.
Frank Sinatra no tenía la culpa.

Lo levanto y lo armo de nuevo.

Se vistió como pudo sin molestarse en revisar su aspecto.
Seguro se veía horrible, había olvidado la última vez que comió y durmió de manera decente y la verdad, ni siquiera le importaba.

Camino hacia la puerta, las maletas estaban ya ahí.

¿De verdad iba a hacerlo?

Su mano tembló al tocar la perilla.
Afuera lo recibió un viento invernal que azotó sus mejillas.

Cerró la puerta, aún era temprano, las luces de la ciudad estaban encendidas y parecían casi por arte de magia.

Comenzó a caminar mientras frotaba sus manos entre sí, los árboles brillaban levemente y se encontró suspirando a media calle.
El celular comenzó a vibrar dentro de su bolsillo, Kid, como por ¿centésima vez desde la noche anterior? Oh! pero era un mensaje, eso era nuevo.