capíтυlo 3.

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—¡Boo!— Oh... No de nuevo...

—No, Vernon, no.—Suspiró el menor pesadamente.

—Sólo quería pedirte una cita, Boo.—Susurró sintiéndose triste y regañado, la culpa llegó a Seungkwan.

—P-pero, Vernon.—Inició, pero fue interrumpido.

—Está bien, ¡Lo entiendo, Boo! "Eres un idiota, Vernon" ah~.—Negó y con un paso se acercó más al menor.—Volveré mañana con la misma pregunta, quizás cambias de opinión.—

—¿Tú crees?—Alzó una ceja divertido por la terquedad del contrario.

—¡Claro! Imaginate que hoy es la primera vez que me levanto con ganas de pedirle una cita a alguien, y ese alguien eres tú.—Rió y el melodioso sonido llegó a los oídos de Seungkwan, sin saber por qué, acelerandole el corazón.

—Eres un idiota, Vernon.—Negó sonrojado bajando la cabeza, la primera vez que decía aquello con una sonrisa enfrente del mayor.

—Pero... Soy perfecto para ti, Boo.—Con éstas palabras y un beso rápido, nervioso, en la mejilla regordeta del menor, se retiró.

[siguiente día.]

—¡Seungkwan!—Se oyó la dulce, pero varonil, voz. Una voz que Boo ya reconocía hasta con ojos cerrados.

—¿Qué crees que haces?—Estaba nervioso, claro que lo estaba. Era Hansol Vernon Chwe con un ramo de rosas rojas, en su clase, con todos los alumnos observando.

—Pedirte una cita.—Sonrió divertido entregándole el ramo y festejando internamente cuando éste lo aceptó.—¿Quieres tener una cita, Boo?—En verdad, no esperaba más que un "No" por respuesta, pero Boo siempre lo sorprende.

—Sí, Vernon. Pero llevate esto, ¿donde crees que lo pondré, idiota? Se marchitará.—Rodó los ojos intentando ocultar su sonrojo y bruscamente le devolvió el ramo.

—Ah... En verdad que eres perfecto, Boo.—Sonrió y con la mano que no sostenía el ramo le acarició la mejilla con suavidad.—Adiós, Boo, paso por ti mañana.—

—A las cinco de la tarde. En punto, ni un minuto más ni menos, o te cerraré la puerta en la cara, Hansol.—Gruñó intentando parecer intimidate, sin embargo causó le más ternura al mayor.

—Estaré ahí, Boo, lo prometo.—Con sus ultimas palabras recargadas en seguridad se retiró dejando a un sonrojado Seungkwan preguntándose que acababa de hacer.

—Supongo que desperté con ganas de aceptar mi primera cita...—Luego de susurrar soltó un gran quejido.—Eres un idiota, Chwe.—

perғecт. -verĸwan-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora